'…et dixit illi haec tibi omnia dabo si cadens adoraveris me'[1] — (Y le dijo: Todo esto te daré si te postras y me adoras.) (Mateo 4:9).
Con esta cita de la Vulgata, tenida como referente a la toponímia del barcelonés Monte Tibidabo, una nueva elucubración se añade a las astronómicas y geográficas vertidas sobre el plano del SIGPAC de Cal Bassacs, uniendo el Cim d'Estela con el monte simbólico de las tentaciones de Cristo, donde comienza la posible alineación del templo románico de Biure, en la vertical sur de Sant Marc al que sitúa para más inri ,al frente de una abrupta garganta conocida como la Gorg del Diable .
Tal vez quedemos de nuevo en simples suposiciones, ya que la Biblia tampoco establece un lugar geográfico denominado como Monte de las 'tentaciones', pero tradicionalmente se le atribuye este nombre (Tibidabo) extraído de la cita Bíblica, al lugar en donde Jesús fue tentado por su diabólico adversario.
La tentación, en sí misma, es una situación de prueba en la que se ha de ejercitar el libre albedrío para decidir entre el bien y el mal, y para esta última opción se pondrán a nuestro alcance un alto número de estímulos de naturaleza veraz y posible que nos sugerirán en todo momento tomarlas. Desde este punto de vista las tentaciones son obra de Satanás; pero
Satanás es también instrumento de Dios, a la vez que su enemigo (Job 1:11; 2:5), y sería precísamente Dios, quien supuestamente lo usaría para un propósito divino, nuestra propia enseñanza.
Con vuestro beneplácito paso a resumir el artículo que someteré a la supervisión del consejo editor de CR, en el que incluiré estas últimas referencias a la toponimia sagrada de un lugar donde posiblemente se transmitió el conocimiento astronómico, un
aula natural como nos parece haber visto, propia de monasterios como Pedret o del también cercano Ripoll.
Saludos.