Al hilo de lo sugerido por Piratesa, la posibilidad tras múltiples rehabilitaciones y reparaciones a lo largo de su historia, es con toda probabilidad la principal causa por la que el programa iconográfico permanece ciertamente oculto para el espectador, nos lleva a observar que mchas de las tabicas han sido descolocadas ,a pesar del magnífico estado de conservación:
La historia de este artesonado es apasionante, veamos que nos cuenta Don Santiago Sebastián López (25/03/1931 - 9/02/1995), emérito Catedrático de Historia del Artesonado en la Universidad Literaria de Valencia, algunos de sus aspectos más relevantes al respecto de lo aludido:
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Pano, López Polo y Rabanaque Martín, trataron del contenido subhistórico, de tal forma que las rpresentaciones de los techos turolenses vendrían a ser como la Comedia humana" de Teruel durante el siglo XIV; era preciso ser muy liberales para alcanzar una interpretación del material temático en orden a una concepción sistemática, que tal como se nos presenta hoy no estamos en condiciones de aceptar. Por otra parte. el artesonado ha sufrido mutilaciones desde el siglo XVI, cuando fue abierto el cimborrio, y a raiz de las destrucciones de la Guerra Civil, y con las dislocaciones de las piezas en la última restauración. Parece que hubiera vagas referencias a la historia turolense, pero no un paralelismo tan sitemático como se pretende, a lo sumo se podría hablar de un fondo subhistórico. Incluso la heráldica, que tanto abunda, y que seriamente estudiada facilitaría pruebas incontrovertibles. pero un experto como el Barón de San Petrillo afirmó: "Los escudos de divisas particulares de esta techumbre más bien se les podría calificar de inventados que no de linaje-.
Es disculpable que eruditos locales, carentes de conocimientos iconográficos medievales. pretendieron ver reflejadas en las imágenes del artesonado supuestas leyendas históricas como la tradición de los Amantes, lo que se ha mantenido como argumento en pro de la existencia de la mencionada tradición. Indudablemente, la iconografía podría suministrar pruebas internas más valiosas que las discutibles apoyaturas históricas, pero la interpretación iconográfica que se ha dado a las escenas del friso de la sección octava no puede ser más subjetiva y arbitraria, y naturalmente, inaceptable desde los puntos de vista histórico e iconográfico. Más volvamos a la pregunta que nos hemos planteado sobre el posible programa iconográfico del artesonado. Estamos asis-tiendo a una renovación de los métodos histórico-artísticos, y uno de los más serios y objetivos es el iconográfico e iconológico del sabio germano Erwin Panofsky, que tan buenos resultados está dando incluso cuando se aplica al arte actual. Es interesante y valioso tratar de aplicarlo a una obra como ésta, ya que el alma humana nos refleja su estructura a través de símbolos, por tanto al examinar obras estructuradas simbólicamente descrubriremos a través de ellas la visión del mundo que tuvieron los hombres de lejanas épocas, así en este caso descubriremos la mentalidad del hombre turolense en su momento de transición de los siglos XIII al XIV
