La técnica de esculpir en el románico, hace que se repitan cantidad de elementos escénicos o motivos simplemente decorativos, que en algunas circunstancias nos llevarán a confusiones al respecto de su vinculación en la autoría; a esto se une -además- la escasa documentación al respecto, con lo que la filiación entre talleres se hace complicada en el análisis formal de los motivos, incluso cuando circunscrita de manera más evidente a su materialización geográfica, la posible participación de algúno de los miembros de este posible taller se suela catalogar de 'persona próxima', como pudo ser el ejemplo de Burgo de Osma (abajo), donde escena y estilos alcanzan un grado de similitud tal con Silos, que es inevitable pensar en estos casos -aún siendo tan distintos en otros detalles-, lo que acertadamente nos propone Piratesa. Sin embargo, es mi entender de aficcionado, que Autun quede algo lejano para tales propósitos, aunque hubiere también que comprender que la nómina de escultores formados en Cluny fuera tan extensa, que ha permitido esta característica disfusión de motivos y escenas, por toda la geografía del románico europeo: