Vivimos una nueva jornada inolvidable -marca 'Circulo Románico'- en el seminario que ayer nos ofreció la Doctora en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid, Doña Raquel Gallego García.

Raquel es Doctora en Historia del Arte por el departamento de Historia del Arte I de la facultad de Geografía e Historia de la universidad Complutense de Madrid con una tesis titulada La eboraria durante el reinado de Fernando I. La perspectiva de las artes suntuarias europeas, dirigida por Doña Inés Ruiz Montejo.

Tras haber obtenido su licenciatura con premio extraordinario de fin de carrera en la facultad de Filosofía y Letras de la universidad de León, realizó el master de Museografía y Exposiciones en la facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Posteriormente fue becada por el ministerio de Asuntos Exteriores para la realización del curso de especialización en Museología y Gestión de Museos de la Università Internazionale dell’Arte de Florencia y por el Ministerio de Cultura para completar su formación en la Università Gregoriana de Roma en donde cursó el Master en Bienes Culturales de la Iglesia así como en la Università di Siena especializándose en la Catalogación y Conservación de Bienes Librarios.

Inició de manera brillante su alocución sobre la eboraria, con una exposición detallada de cómo iba a transcurrir su disertación en las próximas horas que dividió en cuatro partes:

1. La materia y el artista.
2. La eboraria en los diversos reinos.
3. Breve aproximación al mundo hispanomusulman y los precedentes artísticos en los reinos cristianos.
4. Los talleres de marfil en los reinos hispanocristianos.

Una breve reseña histórica a la Venus de Brassempoy del paleolítico superior, junto con una ineludible referencia al cuchillo de Gebel el-Arak, de la época predinástica egipcia .

El mundo clásico recogerá la esencia de la eboraria, demostrando la permeabilidad hacia otras artes, que procedentes de diferentes ámbitos tendrán su reflejo en un conjunto de nanifestaciones artísticas, utilizándose el marfil en diversas piezas y utensilios (cajas, arquetas, espadas ceremoniales, armas, portadas de libros sagrados, vasos,...) que van aconvertir la eboraria en una de las más expresivas manifestaciones de las artes suntuarias.

Así vimos, igualmente, una escultura minóica del periodo neopalacial, la 'diosa de las serpientes' (hacia 1600 aC) , o los marfiles de Nimrud, en los que advertimos -además de algunos restos de policromía-, determinados sesgos permeables a una influencia simbólica que comienza a sernos familiar:



El arte bizantino tampoco escapará a esta permanente recurrencia suntuaria, y en su época dorada producirá importantes recursos en marfil, bronce y oro, destascando entre ellas, la 'catedra de Maximiano', sillón episcopal en el que tienen reflejo diversas secuencias de narraciones veterotestamentarias y de la vida pública de Cristo:



Un repunte sirvió para resaltar en tan magnífica obra de arte, entre una gran multidud de detalles de la misma, este monograma que algunos atribuyen al obispo Maximiano, , sin que tal extremo pueda ser corroborado hasta el momento actual, según nuestra magnífica interlocutora. La influencia sobre el románico de esta pieza, es inexcusable, debido al tratamiento de otras secuencias como en los paneles del respaldo, decorados por el anverso y el reverso, de los que se han perdido tres.

No obstante, gracias a los dibujos que nos han dejado Bachinni y Muratori, conocemos algunos de los temas representados inicialmente, como el encuentro de Isabel y la Virgen (la Visitación), las Bodas de Cana, la Adoración de los Magos, y la Huida a Egipto han podido ser reconstruidos. Como vemos, son escenas evangélicas en la parte trasera del respaldo, referidas a la vida de Cristo y otras, que todavía hoy en día aún pueden distinguirse en la parte delantera como la Anunciacion, la Prueba de las aguas amargas, el Nacimiento, el Sueño de José y la marcha a Belén, la Virgen entronizada con el niño Jesús:


A continuación, Los cuatro evangelistas y Cristo, en el que preciso es referirse -además de tratamiento en la secuencia temática-, a los roleos vegetales y faunísticos, circundando esta cenefa exterior las escenas y motivos, todos ellos de ámplia difusión y harto repetidos en el románico:


Hasta aquí una concisa exposición, que servirá de prólogo introductorio a la extraordinaria secuencia documental que nuestra conferenciante se proponía abordar desde suS prolegómenos en la antiguedad tardía, justificación más que necesaria sobre la importancia de las artes suntuarias en la historia de la humanidad, hasta su desarrollo pleno en el románico hispano durante el medievo.

Hola a todos

Por lo que nos cuenta Eadan, veo que ayer os lo pasastéis muy bien. Me alegro y felicidades.

Otra pequeña muestra de Eboraria:



Está catalogado como la parte de una cruz y se encuentra en el MET.
Se reproduce la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
Es intereseante por ese detalle iconográfico del libro que sostiene Cristo en su mano izquierda mientras con la derecha realiza una bendición trinitaria. Es la identificación del LOGOS, del VERBO, de la PALABRA DE DIOS.

Enhorabuena por tan magnífica conferencia.

Un abrazo a tod@s

El material utilizado, procede principalmente de los colmillos de elefantes, ya fuese asiático o africano, especie ésta última, que por su relativa proximidad geográfica parece la más indicada para convertirse en la materia prima en nuestra peninsula. No obstante, otro marfil -conocido como 'marfil de asimilación'- procedería de los colmillos de morsa, cachalotes, hipopótamos y cornamentas diversas; son materiales, en definitiva, más prorosos y de menores dimensiones que el colmillo de elefante e inferior calidad, por sus escasa dureza o resistencia.

Así lo veíamos representado curiosamente en una placa de marfil , custodiada actualmente en el Kaiser Friederich Museum de Berlin -de procedencia que originalmente es atribuida a los talleres de marfil de San Millán de la Cogolla-, a un grupo de personas trasladando un cuerno de elefante hacia los mercados primarios, donde alcanzaban un altísimo valor, como es de suponer, en base a la utilidad que iba a recibir como materia prima para la consecución ornamental de un arte indispensable, tanto en la Edad Media como en eras precedentes, como ya hemos visto y analizado.


MUSEO DEL LOUVRE -BRAZO CRUZ PROCESIONAL DEL S.X

Será bastante frecuente encontrar marfil junto a minerales preciosos como el oro y la plata, acompañado de todo tipo de pedrería o esmaltes de la mejor calidad. Lógico, puesto que muchos de estos recipientes y cajas de marfil se utilizarán para guardar reliquias, lo que unido al alto valor que éstas adquirieron en el mercado durante la época medieval, la eboraria incrementó notablemente su valor. Los materiales eran finamente tallados con escalpelos, limas y herramientas de menor tamaño, pero que suponemos más próximos a las utilizados por carpinteros o en la escultura.

Es una pena, porque no recordé en aquel momento si esta excelente marca de cantería de Piratesa, puede ser considerada una herramienta para tallar el marfil ...

El seminario cuyos contenidos describe Eadan y que hicimos posible en buena parte gracias a tener como Director de Formación en el Círculo Románico a D. Fernando Villaseñor, constituyó una de las mejores actuaciones del Círculo Románico a lo largo de su pequeña historia.
Hay que decir que en el Madrid más próximo a nuestra Sede en que se celebró el acto quizás no se supo evaluar la calidad e importancia de lo anunciado, a diferencia de lo ocurrido en otras provincias, desde la que acudió "ex profeso" algún asistente. Quizás por ello, frente a los quince previstos sólo hubo diez asistentes.
Si en la primera parte la ponente, Raquel García, nos asombró con una magnífica exposición didáctica con un contenido historicista de la eboraria, en la que quizás omitió destacar que las figuras minoicas expuestas estaban realizadas en esos materiales asociados a los marfiles, en la segunda, junto a la exposición correspondiente a los Talleres Hispanos nos expuso y documentó las diferencias de criterio que mantiene con otros estudiosos como la Ángela Franco.

Los que hacemos Círculo Románico nos sentimos orgullosos de esta actuación. Saludos.

Hola a todos:
En lo referente al brazo de la cruz que esta en el Museo del Louvre, su gemelo que esta en el Museo Arqueologico de Madrid tiene una marca que no se si sera gamberrada o marca?
Que os parece?
Saludos, Macius

Genial, amigos, gracias por el agradable impulso que transmitís con vuestra concurrencia a esta exposición, como podéis imaginar lo más difícil es encontrar las imágenes que nuestra conferenciante exhibió con amplísimo y conciso detalle, pues no todas ellas se encuentran accesibles en la web.



Imágenes como la placa de marfil procedente de Italia, pero custodiada en el Victoria and Albert Museum de Londres, recoge estos cercanos paralelismos en estilo e iconografía, aunque probablemente estamos -como dice la explicación del propio museo- en una fecha a comienzos del siglo XIII; sin embargo, son esos mismos detalles iconológicos y su estructura los que en su apariencia parecen vincular la obra con lo que ya se realizaba desde hacía tiempo en los talleres hispanos.

Comprendíamos de esta manera, que el artista de eboraria abarcaba en los reinos peninsulares, los periodos prerrománicos y románicos, talleres en los que principalmente encontraríamos anónimos escultores o talladores del marfil, gente vincualda principalmente en un contexto monástico, aunque también es de suponer que no todos fuesen monjes y que la vida del artista estuviese marcada por la itinerancia, que le va a permitir difundir conceptual y líbremente las imágenes, desde o hasta diferentes y lejanas regiones.

En esta placa del s.X, custodiada en el Vienna Kunsthistorisches Museum, vemos a San Gregorio, con la paloma del Espíritu Santo dictándole diréctamente en su oído, mientras que abajo, tres monjes escribas 'replican' activamente el dictado de la inspiración recogida; la fina talla del marfil, nos proporciona en el desarrollo de su temática, una amplitud de inigualables detalles difíciles de observar en otro tipo de materiales:



Iconografía que de manera muy similar vemos tomada de los manuscritos iluminados, como en este folio 5r del Codex Amiatinus -MS Amiatinus 1 (hacia el s.VII)-, que se custodia en la Biblioteca Medicea Laurenziana, de Florencia, en el que además de contemplar cómo labora al sacerdote Esdras, en sus tareas de escriba, observamos detalladamente la forma que hubo de poseer el scriptorium durante la época medieval...



que ha permitido analizar la organización del método utilizado en las copias y el acopio en las estanterías de los distintos trabajos, así como determinadas características del mobiliario y otros detallados enseres...

Reproduciones que también observarán su coincidencia comparativa con el cuaderno de modelos de Adémar los grabadores de Limoges, o en un románico internacional que igualmente identificamos con la escultura pétrea, como en esta cubierta de portada del Evangelario de Lorsch, de la época carolingia, que se conserva en Aachen; about 810, placa de marfil que en sus medidas ocupa una superficie de 38.5 cm de alto, por 28 cm de ancho, inventariado con el núm. 138-1866



Como podéis contemplar, esto que narro en tres días, sucedía en apenas media hora del comienzo de tan brillante exposición, con lo que me es necesario acudir a una nueva entrada, para continuar en la medida lo posible el relato 'apuntado' de nuestra entrañable Doctora.

Está claro que Eadan ha pillado bien el contenido del seminario... en el cual, como en otras fuentes, se nos habla de los talleres hispanos remitiéndonos a los de León, creados por Fernando I y al de San Millán de la Cogolla, al margen de los talleres andalusíes.
Pero aquí quiero hacer una disgresión/reflexión: El marfil, el auténtico, el manejado en estos talleres, era un material caro que, como nos expuso la ponente, tenía tanto valor que en alguna ocasión se almacenó hasta durante siglos, como por ejemplo el citado por la ponente de una obra datada en no recuerdo qué siglo en la que el carbono 14 ha evidenciado que el material es de dos siglos antes.
Si tan caro es el material, crear una escuela de aprendices debía suponer un coste bastante alto; digo ésto porque sorprende, como la expuse a la ponente en el turno de preguntas, que esos talleres hispanos tan cacareados no tuviesen ni antecedentes ni consecuentes. No hay obras previas relacionadas ni obras que supongan una continuidad, estos talleres surgen en la historia y desaparecen sin más. ¿Por qué? Mi opinión es que no hubo tales talleres en sí mismos, que los poderosos Fernando I y la Cogolla contrataron a esos maestros itinerantes a que alude Eadan y que su continuidad no prosperó. Más que talleres establecidos resultaron talleres ocasionales, por llamarlos así, donde trabajaron los maestros venidos de otros lugares; de Europa más que de Andalucía ó Cuenca a juzgar por las obras realizadas.
Y ya que hablamos de obras, expongo mi reflexión de que la Cruz de Fernando y Sancha está formada por dos piezas procedentes de diferentes manos. Saludos.

También entre las colecciones de la biblioteca de Sant Gall, esta placa de marfil dis s.IX-X, en la que se representa la leyenda de San Gall y el oso, animal al que el venerado santo ha quitado una espina y en agradecimiento, el plantígrado ayuda a construir el Monasterio', después de que le recompensa con una hogaza de pan.

No he enocntrado otra imagen más detallada, pero sirva la zopresente para resaltar la expansión del arte suntuario durante la época Carolingia.

Esta preciosa pieza de eboraria es del siglo XIII no sé si llega a entrar en el románico.


Está en el Real monasterio de Santa Clara de Allariz, es la Virgen Abrideira. De la eboraria me sorprende SIEMPRE el detalle de tallaje en piezas tan pequeñas y esta en concreto además me ha llamado la atención su forma de tríptico que se adapta al cerrarse perfectamente a la morfología del colmillo de elefante, por lo que seguramente esté hecha de una misma pieza. Las escenas de la vida de Cristo desde su nacimiento hasta su ascensión al reino de los cielos y cuando se cierra la virgen como Kyriotissa.

Querida Piratesa, totalmente de acuerdo en lo relacionado con la forma curva del altar colmillo. La prueba evidente del periodo en el que debe catalogarse, lo encontramos en los bellos arcos ojivales polilobulados, más característicos del gótico; otro sería la ausencia de hieratismo en los rasgos faciales, además, las mujeres casadas -durante nuestro periodo 'románico'-, no muestran el cabello ni por debajo de la toca, a excepción, como ya hemos hablado en otro lugar, de la Virgen de Solsona.

Mira estas imágenes comparativas:



La portada del Evangelario de Lorsch: