PIRATESA escribió:
Hablando de amistad, este canecillo del ábside de la iglesia de San Claudio de Olivares en Zamora tiene a estos dos personajes que vistos un poco más de cerca me parecieron al principio dos abuelas apoyadas una en otra. Fué una primera impresión y me recordó la ternura de las abuelas y las alegrías que nos transmitieron con sus historias y su amor.
Amiga PIRATESA, lo bueno del románico y, creo, de todo arte, es que, independientemente de aquello que el artista pretendió reflejar en su obra, el espectador es libre de interpretar a su manera dicho mensaje. Incluso las escenas aparentemente más evidentes se prestan al juego y la mirada particular, y esa libertad de la imaginación, ese encanto de que somos nosotros, los que observamos, quienes concluímos finalmente la obra con nuestro pensamiento y nuestro sentimiento, lo que hace que el arte pueda hacernos crecer por dentro.
Este es tu canecillo de San Claudio, que se cataloga dentro de la tesis de Alicia Miguelez sobre el
Gesto y gestualidad en el arte románico, como un caso de ejemplo dudoso, pues aunque las formas de agarrarse estos dos hombre barbados parecen remitir a las escenas de lucha, tanto su posición frontal como las túnicas que visten (infrecuentes en dichos combates) van contra esa suposición. Asi que, ante la duda,
me quedo mejor con esa hermosa imagen tuya de las abuelas... Yo no sé muchas cosas es verdad. Pero me han dormido con todos los cuentos... Y sé todos los cuentos. León Felipe
Abrazos.