Del PGOU de Turégano, texto probablemente redactado por vbv, al que se le cita en otro apartado: "Turégano ha llegado a tener cuatro parroquias. Dos, ya desaparecidas, en los dos barrios en que se agrupaba la población durante la alta edad media. San Juan ocupaba el solar en que hoy se encuentra el cementerio, en lo alto de un cerro extramuros del castrum, agregando en su torno el barrio del Altozano. Abajo, en el Burgo (el barrio de la vega), estaba la parroquia de San Pedro. Como decimos, de ellas sólo quedan algunos restos. De hecho, de la primera no se tiene constancia ya en el siglo XVI; y la segunda poco después de esas mismas fechas sería convertida en ermita (con el nombre de Santa María) y después desmantelada con la desaparición del barrio y la creación de la "Huerta del Señor Obispo", residencia temporal de los obispos de Segovia. Con la llegada de Don Pedro de Agén, primer obispo de Segovia, después de la donación real de la Villa de Turégano a la Mitra segoviana (siglo XII), se inició la construcción de dos nuevas iglesias. Una en el interior del recinto del castillo, la de San Miguel; y otra, en el barrio del Altozano (en la zona del cementerio). La tensión entre ambas nuevas iglesias, bien especializadas (una en lo alto, dentro del palacio murado; otra abajo, como nodo principal del barrio nuevo, junto a la plaza), ha estructurado la población desde entonces a hoy. Y hay que contar también, por supuesto, con las iglesias de los núcleos menores. Pero igualmente puede describirse la historia urbana siguiendo el emplazamiento de las ermitas, que dan cuenta de las afueras. En este municipio se han localizado bastantes ermitas (llegó a haber 13). Por de pronto, la ermita de San Sebastián, aneja que fue a la parroquia de San Juan; se desmanteló en 1834, cuando se construyó el cementerio de la parroquia de Santiago (el arco de piedra del acceso al cementerio es el que tenía la portada de la ermita). También hay que hablar de la ya citada ermita de Santa María del Burgo, que fue “la reina de las ermitas de Turégano”. Más que ermita era iglesia. En ella el obispo Arias Dávila celebró un importante sínodo, y fue privilegiada y mimada por obispos y reyes. Aneja a la parroquia de San Pedro, siempre estuvo extramuros y su lugar sigue estándolo hoy. También estuvieron las ermitas de San Nicolás y de San Blas, adscritas ambas a Plan General 2007 de ordenación urbana de Turégano 288 la parroquia de San Miguel, de las que poco más se sabe. Y la de San Pelayo, situada en el camino del Caballar, a unos 400 metros antes de llegar a la cruz de San Marcos, al final del llamado Camino del Cristo, unos centenares de metros antes de donde arranca la actual carretera de Turégano a Caballar, pasada la Cuesta de las Monjas (posiblemente se conserven algunos restos de paredes o cimientos). Estaba aneja a Santiago, como las dos siguientes: la de San Lázaro, una de las primeras de la villa (en el XVI ya estaba en ruina); y la del Santo Cristo del Humilladero. Esta última es la única del entorno de Turégano que permanece en pie, aparte de la de Santa Rosa, entre Berrocal, Aldeasaz y La Cuesta."
Saludos
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