demiguel escribió:
No se especifica, se habla de primitivas redacciones de apócrifos, pero, fíjate que también se indica lo siguiente: Gestas está a la diestra del Señor en un icono del s. VIII en el Monaterio de Santa Catalina del Monte Sinaí y, por otra parte, Dimas está a la izquierda del Crucificado en el Evangelario bretón de Angers, de la segunda mitad del siglo IX.
En otras palabras, que esto no evdencia por sí mismo que Ende fuese por libre, aunque lo fuese, fíjate en la ausencia de pedáneo, en el flujo de sangre de los pies tipificado como no románico, en la tumba triangular sobre la que se asienta la Cruz, sobre la que se lee Adam refiriendo así la tumba de Adán, el paño del Cristo es siríaco bizantino, no la tela griega que se impuso finalmente, y sobre los personajes y castigos se pueden contar hasta cuentos árabes...en fin, como digo, una miniatura que da mucho para analizar. Saludos.
Hola a todos
En primer lugar, gracias demiguel.
Después de leer tu primera respuesta, he ido a buscar información sobre Yarza y su comentario y he encontrado este artículo electrónico “
Del ángel caído al diablo medieval”, en cuya página 309, afirma: “al mal ladrón de nombre equivocado”.
No sólo eso, sino que en la nota 49 con la que lo acompaña escribe, después de nombrar a Williams:
“Creo que puede añadirse la del diablo sobre el mal ladrón, aquí confundido su nombre con el bueno y el ángel sobre éste. En la apócrifa Declaración de José de Arimatea, el buen ladrón ve al diablo sobre la cabeza de aquél. Este texto difundido en la Edad Media se conserva en la redacción griega, prueba tal vez de un origen oriental de esta crucifixión (sic)”.
Pero en la Declaración de José de Arimatea, Dimas es el ladrón bueno:
“3. Mas el de la derecha, cuyo nombre era Dimas, viendo la gracia divina de Jesús, gritaba de este modo: «Te conozco, ¡oh Jesucristo!, y sé que eres Hijo de Dios; te estoy viendo como Cristo adorado por miríadas de ángeles. Perdóname los pecados que he cometido; no hagas venir contra mí los astros en el momento de mi juicio, o la luna cuando vayas a juzgar toda la tierra, puesto que de noche realicé mis malos propósitos; no muevas el sol, que ahora se está oscureciendo por ti, para que pueda manifestar las maldades de mi corazón; ya sabes que no puedo ofrecerte presente alguno por la remisión de mis pecados. Ya se me echa encima la muerte a causa de mis maldades, pero tú tienes poder para expiarlas; líbrame, Señor universal, de tu terrible juicio; no concedas al enemigo poder para engullirme y hacerse heredero de mi alma, como lo es de la de ese que está colgado a la izquierda; pues estoy viendo cómo el diablo recoge su alma, mientras sus carnes desaparecen. No me ordenes tampoco pasar a la porción de los judíos, pues estoy viendo sumidos en un gran llanto a Moisés y a los profetas, mientras el diablo se ríe a costa suya. Antes, pues, ¡oh Señor!, de que mi alma salga, manda que sean borrados mis pecados, y acuérdate de mí, pecador, en tu reino, cuando vayas a juzgar a las doce tribus sobre el trono grande y alto, pues gran tormento has preparado a tu mundo por tu propia causa».
4. Y, cuando el ladrón terminó de decir esto, respondióle Jesús: «En verdad, en verdad te digo, Dimas, que hoy mismo vas a estar conmigo en el paraíso.”
Como tú dices, demiguel, tela que cortar en esta crucifixión del Beato de Girona.
Un abrazo a tod@s