Amigos Eadan y Corbio, el trabajo de Fuente Urbel es un trabajo del Círculo Románico, y especialmente del Grupo Ailbe, así que dejaros de historias, porfa...
Hacía tiempo que no iba de safari románico, así que, con la siempre estimada compañía de la contraparte, allá que nos fuimos el findepuente a los orígenes y finales de la senda recorrida por los artistas de la denominada “escuela Mena Villadiego”, a la búsqueda de nuevas experiencias no presentes o incompletas en el querido Banco de Fotos, y tuvimos suerte.
Antes que nada, vivimos el Shamain. El auténtico, no el americanizado Halloween ni el sincretizado Todos los Santos, no, el auténtico Shamain. Ya tuvimos un presagio, un preanuncio el sábado 29 al fotografiar los relieves de la ermita/iglesia de Quintana del pino, pronto en el Banco de Fotos, cuando por dos ocasiones tuvimos la oportunidad de contemplar el arco iris sin que cayera una gota de agua en forma de lluvia. El tramo que vimos en ambas ocasiones fue la parte final, aquella que roza la tierra, aquella en la que Manitú guarda su tesoro. Que también existe Manitú, aunque no sea románico.
El fenómeno, provocado por la evolución de la densa niebla en su retirada ya nos dijo que íbamos bien.
Realmente, el Shamain lo pasamos a la mañana siguiente, al acceder al puerto de la Mazorra, mil metros, en el que la submeseta norte limita con la cuenca del Ebro accediendo al mismo en breve con pendientes continuadas que oscilan entre el seis y el doce por ciento con un trazado que a veces parece más un circuito cerrado que una carretera pegada a la roca. Digo esto porque en esa soleada mañana en la que pretendíamos acceder al Valle de Valdivieso, todo azul en el cielo y la muy escasa compañía de algún vehículo que nos adelantaba, nuestra panorámica era un completo y cerrado mar de nubes solo limitado por las cumbres de las montañas que rodean el valle.
Atravesamos ese mar de nubes iniciando nuestro camino en el cielo azul donde residen las almas justas y accedimos ya en un ambiente nublado, que tardaría horas en despejarse, al mundo de los vivos, a Valdenoceda, Almiñé…y hasta más allá, a San Martín del rojo, residuo poblacional inhabitado, quizás un vecino ausente, cuya iglesia románica asombra.
Fue nuestro Shamain y también fue una puerta abierta para encontrar en Almendres el camino recorrido por el maestro de Soto de Bureba, para dar buena cuenta de maravillas románicas así como para desestimar monumentos cuya fama no parece justificada, y también para llegar a Castrobarto.
La población a que me refiero se ubica al Nordeste de Medina de Pomar, entre La Cerca (con su barca fuenteurbeleña a la que los textos se siguen refiriendo como “pesca milagrosa”) y Colina de Losa, nuestra querida gatera.
Su parroquial carece de elementos románicos, excepto las arquivoltas de la portada sur, única portada de la iglesia, cubierta con un porche moderno blindado y ciego que cierra una fuerte puerta de madera con llave contemporánea. No sé cuántas personas había en Castrobarto cuando accedimos al pueblo, pero diría que preguntamos a todas hasta conseguir encontrar la llave, no sin antes haber encontrado amabilidades importantes y también alguna discusión. Finalmente accedimos, siendo solo autorizados a ver la portada en ese antepecho cerrado y sin luz, aunque la habitual gratificación nos permitiese al final ojear una iglesia de tipo gótico que aporta poco, salvo para insinuar la existencia de una iglesia anterior de donde procedan las arquivoltas (la portada solo tiene arquivoltas) o para decirnos que esas arquivoltas proceden de otro lugar. Al caso da igual.
Os adjunto la foto de las arquivoltas y os informo que ya se han subido al Banco de Fotos, Clickar aquí, las fotos de detalle.
Chevrones, Gatos, Estilemas y otros símbolos nos están diciendo que por aquí pasaron nuestros irlandeses. Saludos.
Clickar aquí.