Queridos amigos:
Una vez recibida en mi correo la oportuna y cariñosa aclaración por parte de la eminente profesora Patricia Grau-Dieckmann, a la que con suerte tendremos oportunidad de leer próximamente en nuestro foro, vuelvo con vosotros para seguir compartiendo
románico y amistad.
The Medieval Bestiary
Aunque todos conocemos iconografías del
elefante portando castilletes u otros elementos que hacen referencia a su uso militar o como bestia de carga, existe en uno de los cimacios de la capilla central de
San Andrés de Ávila una inusual representación de uno de estos ungulados, que aunque carece de trompa (esto también ocurre en algunas esculturas de este animal) lleva sobre su lomo una torreta. Como bien apunta Margarita Vila da Vila en su trabajo
Motivos del Bestiario en la Escultura Románica Abulense, el elefante es acosado por un
dragón semejante a un basilisco. San Isidoro en sus
Etimologías atribuye al dragón tanta fuerza en la cola que "
ni siquiera el elefante, a pesar de su magnitud, está a salvo del dragón: éste se esconde al acecho cerca de los caminos por los que suelen transitar los elefantes, y se enrosca en sus patas hasta hacerlos perecer por asfixia"
El elefante coge su nombre de la palabra griega “montaña” (lophos) porque su cuerpo es grande como una montaña. Esta bestia es útil para lo militar; los hindúes y los persas luchan desde torretas de Madera situadas a lomos de los elefantes, y lanzan flechas desde allí. Tienen una gran memoria e inteligencia, viajan en manadas, temen a los ratones, saludan al sol con movimientos de sus cuerpos, y viven 100 años. Dan a luz, tras un período de gestación de dos años, a un solo descendiente. Lo hacen en secreto y mandan a su vástago al agua o a isles para protegerlos de su enemigo el dragón, que mata a los elefantes asfixiándolos con su cola. Etimologías (traducción mía).
TMB
Ya Plinio en su Historia Natural (VIII, xi) decía que en la India los elefantes pelean con los dragones
con perpetua discordia, de tanta grandeza, que los abrazan con sus roscas, y aprientan con atadura ñudosa. Mueren ambos en la pelea, porque el elefante, vencido, cae, y al caer mata con su peso al dragón que tiene ceñido por el cuerpo, y al parecer esta historia fue pasando con pocas variaciones a los bestiarios, de donde el escultor de San Andrés debió tomar su modelo.
TMB
Abrazos emocionados.