Eadan escribió:
El mal tiempo propició que se calaran las mochilas, de tal manera que todos los cristales de la máquina fotográfica aparecían como envueltos por un halo vaporoso que fue desapareciendo paulatinamente; aún así puede apreciarse ténuemente en la fotografía del capitel central del ábside, sencilla manufactura con múltiples motivos vegetales que veremos repetida en gran parte de la escultura de la Catedral de Jaca:
Hola a todos
Buen amigo Eadan, en primer lugar, felicidades por el magnífico reportaje que están realizando en Santa María de Iguácel. Te imagino, empapado, con frío, pero feliz tanto por estar en un paisaje y tierra que tanto amas, como por el asombro de tus ojos ante lo que redescubrías. Porque, tú sabes muy bien que, en el arte románico, los detalles plásticos son esenciales.
Por eso, al ver esta magnífica fotografía del capitel central del ábside, me he dicho: el gran símbolo arbóreo del neoplatonismo cristiano del árbol de un solo fruto, el Árbol de la vida, la Sabiduría del Padre, el Hijo, Cristo, colocado en el centro del templo, de la misma manera que el Árbol de la vida estaba y está colocado en el centro del Paraíso, tal y como explica un conocido nuestro (no lo citaré, para no hacerme más pesado).
De entrada, en el centro iconográfico de Santa María de Iguácel, el capitel central del ábside, un símbolo de teología neoplatónica: el Árbol de la vida, el de un único fruto: la vida eterna. En definitiva, Cristo, la Sabiduría del Padre, la Hagia Sophia.
Pero, no sólo eso, ya que al ver tu hermosa fotografía también me he acordado de otra fotografía tuya:
Ahora, se trata de la portada sur de San Miguel de Biota, templo en que también está presente este magnífico símbolo teológico neoplatónico: el árbol de un solo fruto: la vida eterna.
Eadan, gracias por el magnífico reportaje.
Un abrazo a tod@s