Hola a todos

Siempre he comentado la importancia de los llamados detalles plásticos en la interpretación de lo que llamamos correspondencias. Pongamos un nuevo ejemplo. A juzgar por esta fotografía, el maestro escultor de la portada de Santo Domingo de Soria no dominaba el tema de los ojos, pues parece esculpir cerrados los ojos de Adán:



Sin embargo, ¿qué pasaría si el maestro cantero escultor estuviese siguiendo los dictados del teólogo redactor del programa iconográfico?

Si San Juan Evangelista había afirmado:

¿en las iconografías románicas dedicadas al tema de la creación del hombre, se podía esculpir al primer hombre mirando directamente a Dios a los ojos?

Los teólogos neoplatónicos lo tenían claro:

Además, así lo han interpretado los estudioso actuales:

Tal vez, por todo esto, en Alquezar, se representase así (observad las manos del Dios trino):



¿Sucederá esto en todas las representaciones románicas de la creación del hombre? ¿En todas ellas, se hizo compatible el trabajo escultórico (realizando los ojos cerrados o desviando la mirada del hombre, por ejemplo) con la premisa teológica de San Juan: “A Dios nunca le vio nadie”?

¿Se atrevió algún maestro escultor del románico a contradecir a San Juan, el discípulo amado, esculpiendo al hombre mirando directamente a Dios a la manera como el genio de Miguel Ángel lo hizo en la Capilla Sixtina? ¿Se lo dejó hacer el teólogo redactor del programa iconográfico?



(De Celtiberia)

Está claro que los tiempos históricos habían cambiado y también las lecciones teológicas. ¿O fue ya el efecto del atrevimiento del artista con conciencia de ser artista, Miguel Ángel, a no hacer caso al teólogo redactor que estaría supervisando el programa iconográfico? ¿Cómo y por qué se lo dejaron pintar así a Miguel Ángel? Pero, este ya es otro tema que no pertenece al ámbito del Arte Románico.
¡Cuidaos mucho, que esto va para largo!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Existen correspondencias que van más allá de la exégesis bíblica y se aferran a los propios símbolos. Con vuestro permiso, me gustaría introducir una iconografía especial:



Se trata del tímpano del Prior’s Door, en la Catedral de la Santísima Trinidad, en Ely, Cambriggeshire, en Inglaterra.

Me ha llamado poderosamente la atención la mano izquierda de la Maiestas Dómini, pues aparece velada, como si no pudiese tocar directamente el libro. Sin embargo, este mismo detalle parece servir para realizar la misma acción sobre la cruz que hay ubicada sobre el libro.

Con la mano velada, una Maiestas Dómini sosteniendo a la vez un libro y una cruz. Algo así como, los dos caminos de la fe:
1. El de la vía contemplativa, el libro
2. El de la vía activa, la cruz

O, lo que es lo mismo, las dos caras de una misma moneda, la correspondencia de la fe. Con la mano diestra, realiza la bendición trinitaria. Por todos lados, motivos vegetales.

¡Cuidaos mucho, que esto va para largo!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Está claro que las correspondencias de las imágenes del Arte Románico pudieron alcanzar una triple relación: pieza escultórica o pictórica, texto de naturaleza bíblica, texto de naturaleza teológica. Pondré un ejemplo. Uno de los capiteles más sorprendentes que conozco, tanto por el atrevido tratamiento iconográfico de la figura de la madre en el interior de un claustro de canónigos como porque parece que no se quiere presentar explícitamente a soldados es el siguiente:



Supongo que lo habéis reconocido. Se trata de uno de los capiteles historiados del claustro de Santa María de l'Estany, Barcelona.

Una imagen que remite a la perícopa bíblica del Evangelio de Mateo (2, 16-18):

Sin embargo, conviene recordar que, durante la Alta Edad Media, circulaban textos como este sobre el tema:

El estudio del Arte Románico es especial. Junto a todo el material que proporciona la historiografía y la historia del arte, siempre hay que tener muy claros los conocimientos de la época sobre otras disciplinas culturales. En especial, siempre hay que estar atent@s a los conocimientos del pensamiento, en concreto a la teología y la filosofía del momento.

Pongamos un ejemplo de lo que queremos explicar, porque el Arte Románico se ve con otros ojos si los conocimientos historigráficos son acompañados por estudios de naturaleza filosófica y teológica. En el templo de Santo Domingo de Soria, en su magnífica portada, se encuentra una arquivolta dedicada a los Santos Inocentes.



Esos primeros mártires a los que podríamos considerar los primeros predestinados para permitir el martirio definitivo de Cristo en la cruz. En esa arquivolta, al margen de la propia matanza de los inocentes, se esculpió una escena muy significativa.



La conocida como la del Seno de Abraham. Es evidente, que los teólogos redactores de los diferentes programas románicos sabían mucha teología. Si Cristo todavía no había realizado su redención, ¿dónde podían ir mientras tanto los santos inocentes? Es evidente que no podían ir al Cielo. Cristo era un niño como ellos, no había muerto en la Cruz y, todavía menos, resucitado.

Además, la alegría que muestran en sus rostros tanto las madres como los mismos niños sacrificados parece recoger la idea teológica de que ellos ya conocían el resultado de su acción pasiva, convertirse en los primeros mártires por Cristo y ganarse el derecho de ir al Seno de Abraham.

Por eso y como tantas veces escribo, el estudio del Arte Románico no se agota en la visión de los estilemas o rasgos formales del maestro escultor. Se necesita conocer el pensamiento del teólogo redactor del programa.
¡Cuidaos, que esto va para largo!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

De nuevo, la correspondencia directa con una interpretación de naturaleza teológica. Ahora, en el conjunto mural de Bagüés en el Museo Diocesano de Jaca, Huesca. Se trata de la iconografía de la Samaritana y el pozo.



Esta imagen le podía servir al sacerdote de turno para, en un sermón, hablar a sus feligreses de la necesidad de estar bautizados dentro de la Iglesia, pues la Samaritana era un símbolo analógico de la Iglesia, el agua del pozo del bautismo que es Cristo.

Lo curioso del caso es que si predicase de esta manera estaría demostrando que tiene una gran preparación académica pues o había recibido instrucción o conocía un libro de Eriúgena. Como hemos analizado en alguno de nuestros estudios, el autor de referencia para el teólogo redactor de estas pinturas:

En pocas palabras, la Samaritana es la analogía de la Iglesia y, en ella, se pueden salvar todos por la fe a través del bautismo (fuente) que es Cristo. Además, Eriúgena coloca aquí uno de sus conceptos teológicos más utilizados en la Edad Media, el EGRESO (Mulier egressa de Samaria). Nos encontramos ante una imagen que es un compendio de eclesiología: solo dentro de la Iglesia pueden salvarse los que tienen verdadera fe. Es una buena base para un sermón. El teólogo redactor de este magnífico programa iconográfico pictórica estaba bien instruido.

De nuevo, hay que recordar que Bagüés pertenece al arciprestazgo de la Valdonsella, como Biota, un territorio civil en lo aragonés, perteneciente en lo eclesiástico al obispado de Pamplona. En Bagüés, como en los lugares adscritos al llamado Taller de Biota, el teólogo redactor utiliza como apoyo la teología de Juan Escoto Eriúgena.

En estos momentos, no vendría mal que, como el Grupo Ailbe puso de manifiesto que, en lugares como Jaca y Loarre, pertenecientes tanto en lo civil como en lo eclesiástico a Aragón, sus teólogos redactores abogaron por el seguimiento o fidelidad a la romanitas. Un pensamiento que basaron tanto en las dos Epístolas de San Pedro como en los textos fundacionales de la Iglesia, extraídos de los Hechos de los Apóstoles, en los que se pondera la figura de San Pedro, sin descuidar el Evangelio de San Marcos, el texto canónico que se consideraba el resumen de las predicaciones del propio San Pedro. Además, tampoco se debe olvidar que estos teólogos redactores tomaron directamente elementos de la propia cultura clásica.

Sin embargo, como se pone de manifiesto una vez más, en las iconografías de Bagüés y el arcedianato de la Valdonsella, se dio la presencia de teólogos redactores que hablaban de manera diferente, pues aunque para elaborar sus imágenes también utilizaban textos canónicos, se atrevieron a utilizar conceptos de naturaleza teológica basados en el pensamiento de Juan Escoto Eriúgena difundidos a partir de las grandes escuelas catedralicias europeas. Ahora, bien, en la Valdonsella estamos en el obispado de Pamplona. Ya callo. Sorprendente este románico aragonés.
¡Cuidaos mucho, que esto va para largo!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

A veces, las correspondencias se van mostrando una a una como si se convirtiesen en un caleidoscopio de una única realidad que está más allá de la comprensión humana. Esto es lo que pasa con conceptos de la filosofía teológica neoplatónica como el conocido como Iglesia Universal. En el Museo Diocesano y Catedralicio del Burgo de Osma, se guarda esta iluminación:



En ella, los cuatro vivientes del Tetramorfos están colocados de una forma que permite que mientras los dos símbolos de los acontecimientos salvíficos pertenecientes a la naturaleza humana de Cristo se concentren en la parte baja del folio:
1 San Mateo, la Encarnación, el hombre-ángel
2. San Lucas, la Pasión, el Ternero

los dos que hablan de los acontecimientos salvíficos pertenecientes a la naturaleza divina de Cristo se encuentren en la parte alta del folio:
3. San Marcos, la Resurrección, el león
4. San Juan, la Ascensión, el águila.

Además, el folio iluminado constituye todo un tratado de eclesiología: la iglesia universal está constituida por los ángeles y los hombres en Cristo, el hombre perfecto:

De hecho, esta realidad teológica de naturaleza eclesiológica quedó reflejada en iconografías como las siguientes:



(Saint Pierre et Saint Paul, Neuwiller les Saverne, Alsacia.)



(Tozalmoro, Soria)

O, todavía, más explícita:



(Mondoñedo, Lugo)

Cristo, bendiciendo de forma trinitaria, en la mandorla sostenido por dos ángeles preside el cielo. Debajo, dos ángeles que con sus gestos autorizan a hombres eclesiásticos. Sin embargo, el detalle iconográfico que más llama la atención son el águila y el Agnus Dei colocados encima del último de los clérigos.

¿Cuántas partes tiene una Eucaristía, es decir, una misa? Fundamentalmente, la Eucaristía (el gran culto cristiano a Dios) se puede dividir en dos partes:
1. La liturgia de la Palabra
2. El Sacrificio de Cristo

O, dicho de otra manera:

1. El águila, el símbolo de San Juan, aquel que escribió: “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.” El águila que acabó siendo un símbolo iconográfico recurrente en los atriles del lado del evangelio de las iglesias.

2. El Agnus Dei, el gran símbolo iconográfico del Sacrificio de Cristo.

El relieve de Mondoñedo es una exaltación iconográfica de la Iglesia Universal constituida por los ángeles y los hombres y el gran culto cristiano, la Eucaristía o Misa, simbolizada a través de sus dos partes fundamentales (la Liturgia de la Palabra y el Sacrificio de Cristo) a través de las imágenes del águila de San Juan y el Agnus Dei.

Al menos, así leemos estas piedras.
¡Cuidaos mucho, que esto va para largo!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Hoy, dialogaremos sobre correspondencias en los detalles plásticos que, a veces, no se ven con el ojo a simple vista y que acaban remitiendo a la misma liturgia cristiana.

En el Arte Románico siempre sorprende el tratamiento privilegiado que se le dio al símbolo de San Juan Evangelista, el águila, en muchas de las iconografías del Tetramorfos. Hoy, miramos una iconografía pictórica, actualmente en el Museo Diocesano de Jaca (MDJ), originariamente en Ruesta, provincia de Zaragoza.



A pesar del estado actual de conservación de las pinturas, todavía se puede ver cómo se connota al águila, el símbolo del Viviente que representa a San Juan con rasgos distintivos:



En primer lugar, el ángel que sostiene al águila tiene pintada su aureola o nimbo de color rojo. El de San Lucas, el ternero, y el que representa a San Mateo, están pintados de blanco.

En segundo lugar, si comparamos el toro que representa a San Lucas con el águila que representa a San Juan, mientras que vemos cómo el águila de San Juan viene connotada con una aureola blanca, el ternero de San Lucas no tiene.



De nuevo, los privilegios del águila. Además, mientras el color rojo del nimbo del ángel que sostiene al águila remite a la idea del martirio que padeció San Juan y del que salió vivo, el color blanco del águila remite a la liturgia de la Navidad, esa semana en la que el día 27 de diciembre se celebra su fiesta, no por su muerte como el resto de santos ni por su nacimiento como San Juan Bautista el 24 de junio sino por su asunción al cielo, como la Virgen María.

Y, claro está, por esta relación en la fiesta litúrgica entre San Juan Evangelista y Santiago el hermano del Señor, se pudo elaborar esta iconografía tan conocida de la catedral de Santiago:



Por eso, en esta magnífica iconografía, están juntos San Pedro y San Pablo (fiesta litúrgica el 29 de junio), Santiago el hermano del Señor y San Juan Evangelista (fiesta litúrgica el 27 de diciembre). Una vez más quedan reflejadas de manera directa las correspondencias entre los detalles plásticos del Arte Románico y las fiestas litúrgicas, es decir, el calendario de la Iglesia Catónica..

Por cierto, en la época del Románico, de Juan Escoto Eriúgena era el sermón que se leía el día de Navidad con el sugerente título de Vox spiritualis aquilae, o dicho de otra forma, la voz espiritual del águila. Y es que jamás se debe olvidar que San Juan Evangelista es considerado el TEÓLOGO en mayúsculas para los cristianos.
¡Cuidaos mucho, que esto va para largo!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Como otras veces he comentado, las correspondencias realizadas en los detalles plásticos ponen de manifiesto la alta preparación intelectual que tenían los teólogos redactores de los diferentes programas iconográficos del Arte Románico.

Pongamos un nuevo ejemplo, en este caso, Santo Domingo de Soria.



Si prestamos la atención a su arquivolta exterior nos encontramos con una realidad: la utilización del símbolo iconográfico del árbol a la manera del neoplatonismo cristiano medieval.

Y es que, en Soria, también esculpieron dos árboles, esos que significan el Paraíso para la teología neoplatónica.

El primero, el que hace referencia al Árbol del conocimiento del bien y del mal, situado al inicio de la arquivolta y que preside este ciclo iconográfico en el que se asiste a la traición, el prendimiento, la muerte y Resurrección de Cristo.



El segundo, más fácil de identificar, ya que se trata del Árbol de la vida, Cristo, en la escena de la Magdalena del “Noli me tangere”, con la que se cierra todo este ciclo iconográfico de la arquivoltas de Santo Domingo de Soria.



Cristo es el Árbol de la vida, como indica la teología neoplatónica, el de un único fruto, la vida eterna. Está claro que los teólogos redactores de los grandes conjuntos iconográficos sabían muy bien lo que se traían entre manos, mejor dicho, lo que llevaban aprendido en sus cabezas.

¡Cuidaos mucho, que esto va para largo!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Hoy, vamos a hablar de un nuevo tipo de correspondencia: el de la relación entre la fe y la razón. Si tomamos como premisa esta frase de Adolfo Arias Muñoz escribe:

y miramos esta manera de representar la duda de Santo Tomás en el claustro de Santa María de Tudela veremos esta correspondencia de forma muy clara.



En la catedral de Tudela, contaron con un canónigo Magister Theologiae tenido por un buen amigo por el rey Sancho el Sabio, un maestro en teología que había estudiado el pensamiento de Juan Escoto Eriúgena en las escuelas catedralicias de Chartres y de París. Me estoy refiriendo a Robert de Ketton.

Si nos fijamos bien, el centro iconográfico de este capitel de un claustro de una comunidad de canónigos y, por lo tanto, un lugar reservado para unos pocos hombres sabios ordenados sacerdotes, lo ocupa la figura de Santo Tomás y la acción gestual que ejecuta. Santo Tomás realiza la acción en una actitud que estaría en consonancia con el supuesto eriugeniano: “el acto de fe se prolonga con el acto de Razón”. Si nos fijamos bien, aquí no hay ningún gesto de aceptación de la fe con el símbolo de la palma de la mano abierta por parte de Santo Tomás como ocurre en otras imágenes del Arte Románico.

Además, esta afirmación la podemos confirmar por contraste. ¿Qué pasa en un capitel diseñado para una portada de un templo, San Nicolás de Soria, aunque haya acabado siendo la portada de San Juan de Rabanera de Soria? Hay que recordar ahora que, a diferencia de lo que podía ocurrir con el claustro de una catedral, la portada de un templo urbano sí que era contemplada cada día por muchos fieles.



En Soria, las cosas cambian. Aunque tanto Santo Tomás como San Juan Evangelista aceptan la fe con el gesto de la palma abierta de su mano izquierda, la representación plástica cambia. Aquí, el centro es San Juan. Hacia él se dirige el brazo derecho de cristo de forma horizontal hasta acariciarle con el dorso de su mano en el rostro. Solo hay que fijarse en los rostros del mismo Cristo y de San Juan para interpretar el mensaje: tu fe es la correcta. Mientras, Santo Tomás no se entera del acto privilegiado que Cristo está teniendo con San Juan. En este contexto, sí que se le puede catequizar al pueblo con la enseñanza evangélica: "Bienaventurados los que no vieron y creyeron".

De nuevo, los detalles plásticos, nos hablan de dos lecciones teologías bien diferenciadas a partir del desarrollo de una misma iconografía basada, en este caso, en el tema de la duda de Santo Tomás y, por extensión, se produce una correspondencia de pensamiento entre la fe y la razón.
¡Cuidaos mucho, que esto todavía se está llevando a mucha gente!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Existen correspondencias que son difíciles de ver a simple vista. A veces, solo vemos lo que quieren ver nuestros ojos. Pero siempre podemos hacernos preguntas del tipo: "¿Qué ves?"



Y encontrarnos con respuesta del tipo: "¡Qué quieres que vea, una puerta con hierros!"

Sin embargo, como comentábamos, las preguntas continúan con su insistencia. De nuevo: "¿Se podrán leer teológicamente esos hierros?" Y su respuesta: "¡Cómo quieres que se puedan leer!, el artesano era analfabeto y los colocó para llenar el espacio."

Pero, si nos fijamos bien, en la forja de esta puerta, es evidente que se delimitaron tres espacios iconográficos. ¿Qué representarán?

1. En el nivel inferior, la primera de las edades, la de la Creación con la presencia de los dos árboles del Paraíso, con una simbología numérica de hombre, el seis (6), los seis días de la creación.

¿Y si se ve la serpiente junto al Árbol del conocimiento?



¿Qué pinta ese detalle plástico solo, al margen de la representación de lo que puede interpretarse como dos árboles, esos que significarían el Paraíso? Además, junto al Árbol de la vida no hay ningún detalle plástico.

Se puede ver mejor así:



2. Ahora, subamos al segundo nivel, al central, el de la cruz y el de la naturaleza humana de Cristo, la parte central de la puerta. De nuevo, el número seis (6), el de su humanidad y su suma, el doce (12).

3. Pero, subamos al nivel superior, con esas dos cruces que remiten al número ocho (8) y a la divinidad de Cristo.

Si como señala Cristo en el evangelio de San Juan, Ego sum ostium, Yo soy la puerta, qué mejor que explicarlo así a través de la teología neoplatónica:

Cristo es el Árbol de la vida plantado en el Paraíso junto al Árbol del conocimiento. De este árbol, salió la madera de la cruz, signo tanto de la humanidad como de la divinidad de Cristo. Como ya comentábamos, hasta los hierros de las puertas románicas pueden leerse. Se trata de la puerta del templo de. Sant Julià i Santa Basilisa, en Jujols, Francia.

Pero, no todo acaba ahí. ¿Y el mismo símbolo en piedra?



Y, por lo que intuyo, también realizado por tres veces:



Se trata del templo de Nuestra Señora de la Asunción, en San Martín del Rojo, Burgos, junto a una iconografía que nos habla de las tentaciones.

Los símbolos del Arte Románico siempre hablan, aunque sea a través en diferentes materiales.
¡Cuidaos mucho, que a esto todavía le queda!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

A veces, las correspondencias se dan entra la concepción del tiempo que se daba en esa época histórica y las iconografías que se representaron en el Arte Románico.

Si nos fijamos bien en los zodiacos del Duomo de Cremona y de la Colegiata de San Isidoro de León, su doble reversibilidad visual está pensada para que adquiera un significado cristiano:





1. De derecha a izquierda del espectador, ANNO AB INCARNATIONE DOMINI:

ARIES, TAURO, GÉMINIS CÁNCER, LEO, VIRGO
Interrupción de los signos
LIBRA, ESCORPIO, SAGITARIO, CAPRICORNIO, ACUARIO, PISCIS

2. De izquierda a derecha del espectador, INICIO DE LA ERA ASTROLÓGICA DE PISCIS CON EL NACIMIENTO DE CRISTO ("Las eras Astrológicas son períodos de tiempo de aproximadamente 2.160 años, ellas se desprenden del fenómeno llamado Precesión de los Equinoccios.")

PISCIS, ACUARIO, CAPRICORNIO, SAGITARIO, ESCORPIO, LIBRA
Interrupción de los signos
VIRGO, LEO, CÁNCER, GÉMINIS, TAURO, ARIES

Parece ser que los equinoccios marcaban más el ritmo del año que no los solsticios. De un solo golpe, tanto el ritmo del año, visto desde la perspectiva de la Encarnación de Cristo, como el de la Era, vista desde el nacimiento de Cristo. Así, de paso, el concepto del tiempo se aleja de cualquier interpretación pagana y, en especial, del culto a Mitra.
¡Cuidaos mucho!
Un abrazo a tod@s