El Conjunto Románico busca cómo reinventarse tras el baño de orgullo y autoestima del reconocimiento mundial.
La Vall de Boí, el antes y después de ser Patrimonio de la Humanidad
Ábside virtual de Sant Climent de Taüll (Centre del Romànic de la Vall de Boí)
ROSA MATAS, LLEIDA
Este viernes se cumplen 18 años de la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad del Conjunto de Iglesias Románicas de la Val de Boí. El conjunto Patrimonio Mundialestá formado por las iglesias de Sant Climent y Santa Maria de Taüll, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia d’Erill la Vall, Sant Feliu de Barruera, la Nativitat de Durro, Santa Maria de Cardet, l’Assumpció de Cóll y la ermita de Sant Quirc de Durro. Instituciones y sector turístico coinciden en que ha sido un baño de orgullo y de oportunidades para las familias del valle y ya buscan cómo reinventarse para que quienes han visitado la zona vuelvan.