Hola a todos
Eadan, felicidades por tu magnífico trabajo, te seguimos con máxima atención. Esto del significado simbólico de una
llave se las trae.
Nos estás haciendo recordar que, para aprender Románico, como todos los campos del saber humano, a veces, lo importante consiste en poder encontrar la
clave que permita su correcta interpretación. Y, a veces, esto es muy difícil de conseguir porque el Románico no es lineal ni tiene un significado unívoco.
Está claro que para abrir las puertas se necesitan y se necesitaban
llaves como estas,
que se encuentran en el Musee Moyen Age, París.
Sin embargo, en el románico,
la llave, la CLAVIS, adquiere también naturaleza iconográfica simbólica como en el caso de este capitel del Monasterio de Santa María de l'Estany, Barcelona:
colocada junto a un águila o como esta otra dejada en el templo de Saint Illtud, en Caldey Islande, Gales, ubicada como centro de esta epigrafía simbólica:
donde parece ser que la luz, el ciclo del sol (
hoy, día del equinoccio de otoño), a juzgar por esos ideogramas,
Citar:
Imagen convencional o símbolo que representa un ser o una idea, pero no palabras o frases fijas que los signifiquen.
tiene mucho que decir.
Si tenemos en cuenta, como todo el mundo sabe, que la palabra
CLAVE viene de la latina
CLAVIS,
llave, y que, según el DRAE, tiene estas dos acepciones:
Citar:
2. f. Código de signos convenidos para la transmisión de mensajes secretos o privados.
3. f. Conjunto de reglas y correspondencias que explican este código.
el análisis del simbolismo de este tipo de llaves en la iconografía del Románico se pone muy interesante.
Claro está que, después, quedan otros tipos de llaves, como las que tiene en su poder San Pedro y hasta el propio Cristo. La iglesia de Roma, El sínodo de Whitby, 664, se impuso a la iglesia cristiano celta irlandesa utilizando este argumento:
Citar:
“18 Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. 19 Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".” (Mt. XVI)
Es una evidencia que, en el Románico, se representa a San Pedro iconográficamente con las llaves o llave como en uno de los Discipularios de Santa María la Real de Sangüesa, Navarra:
La Iglesia de Roma también acabó utilizando este argumento para hablar de la primacía de su cátedra respecto a la de Constantinopla en el Gran Cisma (1054), por ejemplo.
Sin embargo, mientras
San Pedro tendría las llaves del Reino de los Cielos, según San Juan, en el
Apocalipsis,
Cristo se reservó el derecho de las llaves de la muerte y del Infierno (Hades):
Citar:
“12 Me volví a ver qué voz era la que me hablaba y al volverme, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los candeleros como a un Hijo de hombre, vestido de una túnica talar, ceñido al talle con un ceñidor de oro.14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos, como la lana blanca, como la nieve; sus ojos como llama de fuego; 15 sus pies parecían de metal precioso acrisolado en el horno; su voz como voz de grandes aguas. 16 Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro, como el sol cuando brilla con toda su fuerza. 17 Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. El puso su mano derecha sobre mí diciendo: "No temas, soy yo, el Primero y el Ultimo, 18 el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y del Hades.(Ap. I)
Así lo interpretaron también en el románico, como en el Beato de Lorvao:
Eso, la
llave-clave... Por eso, esperamos con entusiasmo las nuevas entradas de Eadan en este magnífico tema.
¡Feliz fin de semana!Un abrazo a tod@s