Es fantástico poderos leer, toda una suerte.

En otro tema respecto de las pilas bautismales, Corbio efectúa una profunda reflexión respecto la pila bautismal de la iglesia de St Michael and all Angels, en Castle Frone (UK), que suscribo.

Lo cierto es que la imagen me ha transportado hasta este otro tema de las 'correspondencias' toda vez que a la vista de las imágenes introducidas por Corbio, la primera sensación que transmiten es la del enorme peso que soportan los cuatro Evangelistas. Y en ese aspecto, en Santiago de Compostela vemos algo muy similar bajo el portentoso Póritco de la Gloria:


Si nos fijamos detenidamente en esta última, entre los grifos y leones, una figura humana barbada convive con esos símbolos y en algunos artículos que he podido leer se le identifica con el Señor de las Bestias, un dios de las mitologías antigüas, como el que apoarece en los grabados del Cuchillo de Gebel el-Arak (3.300-3.200 aC),

Sea como fuere y para que no exista ninguna posibilidad de dudas con relación a esta 'correspondencia' la Roca mencionada por Cristo cuando funda su iglesia sobre Pedro o sobre el evangelio, la verdadera Roca que forma la cabeza del ángulo donde se soporta toda la estructura y el peso del edificio espiritual de la iglesia, simbólica y realmente es Cristo... Creo.

Un abrazo.

Hola a todos

Está claro que Eadan y Xavi no paran de darnos sorpresas agradables.

Recordemos algunas cosas relacionadas con este tema de las correspondencias. En este caso, la estructura eclesiástica que está presente en los capiteles de Alquézar, tal y como recogió el grupo Ailbe en el artículo Alquézar, una nueva propuesta de lectura.
http://www.circuloromanico.com/index.ph ... ge_id=1081



"Los siete personajes con ropas litúrgicas representan las siete órdenes en que, históricamente, la iglesia latina o romana ha dividido el ascenso hasta el grado de presbítero o sacerdote, el orden sacerdotal. Estos órdenes se agrupan en dos grupos:

1. Órdenes menores: lector, acolito, exorcista, ostiario
2. Órdenes mayores: subdiácono, diacono, presbítero

¿Qué tal la siguiente descripción para los personajes de este capitel de Alquezar?

1. Lector, con el símbolo del códice o libro en las manos.
2. Ostiario, con el símbolo de la llave, con la que debía abrir y cerrar las puertas del templo. No se necesita la explicación de San Pedro.
3. Exorcista, con el libro de exorcismos en la mano.
4. Acólito, con su símbolo que, en este caso, no sería el de un candelabro con la luz apagada o el de unas vinajeras vacías, sino con un hisopo y su correspondiente acetre.
5. Subdiácono, el personaje, al que tanto por sus símbolos como por la forma de su tonsura, no debieron entender y al que se le practicó una posible mutilación de sus manos. Los atributos tradicionales para esta orden eran un cáliz sin vino y una patena sin hostia. ¿Qué debía llevar en sus manos?
6. Diácono, con los evangelios en la mano; ya que él, al igual que el presbítero, lo puede proclamar en público.
7. Presbítero, revestido con las vestiduras de la más alta dignidad jerárquica a la que cualquier sacerdote puede aspirar, las de obispo.



¿En qué voz de autoridad pudo basarse el teólogo redactor de Alquezar para ordenar la creación de este capitel del Orden Sacerdotal? Una vez más, se tiene que leer a Eriúgena:

Citar:

Una visión más de las correspondencias. Por cierto, ¡vaya tipo de tonsura que lleva alguno de esos clérigos!
Un abrazo a tod@s[/quote]

Hola a todos

Hace días que no tocamos este tema. Hoy, vuelve a ser más una entrada visual que de reflexión y trata sobre el papel del símbolo en forma de imagen.

Al volver a ver esta representación del templo de Santa María zur Hohe, en Soest, Alemania:



me he acordado de esta iconografía de Bagüés, Zaragoza, hoy en el Museo Diocesano de Jaca, Huesca.



Supongo que se ven claros los paralelismos. El bautismo de Cristo, la forma del río y la presencia del detalle plástico del velo como el símbolo de sus dos naturalezas: el velo rojo representando su humanidad y el velo celeste representando su divinidad.

Porque el Hijo es Dios. Aunque, también hay algunas diferencias, que se pueden comentar otro día.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Hace días que no tocamos este tema. Una pequeña reflexión. ¿Pudo un ilustrador posterior utilizar tres colores sabiendo que los utilizaba con una simbología determinada que expresaba pensamientos cercanos a la corriente milenarista cristiana y a la famosa fecha de 1260?

Cuando el iluminador o ilustrador del Codex Gigas realiza el folio iluminado referente al versículo 1 del capítulo I del Génesis: “In principio creavit Deus caelum et terram”,



hace desaparecer la I inicial de IN PRINCIPIO, tal vez como si tuviese ya en mente reservar esa I inicial para la ilustración del inicio del Evangelio de San Juan: “In principio erat Verbum”.



Es decir, de nuevo, esta ausencia estaría remitiendo a un teólogo conocedor del neoplatonismo cristiano que habla desde la pespectiva milenarista. Ese detalle de “pintar” a la Tierra de color verde y al Cielo de color azul es un hecho que lo acerca a la manera como Joaquín de Fiore interpretó cromáticamente a la Trinidad, como en otras veces ya hemos comentado. Como otras veces ya hemos explicado, en la Tabla XIb del códice Reggiano, Fiore explicó el concepto trinitario de las relaciones que se producen entre las tres personas de la Trinidad, en definitiva, su visión de la fórmula del “Filioque”:



Si nos fijamos bien, el Padre está representado con un círculo de color verde, porque es el creador de la naturaleza; el Hijo, con uno de color azul, porque descendió del cielo y el Espíritu Santo con uno de color rojo, ya que es el amor.

Por cierto, de rojo (el color del Espíritu Santo) está pintada la I inicial de IN PRINCIPIO del folio iluminado perteneciente al inicio del Evangelio de San Juan en el Codex Gigas.

Correspondencias de simbologías que hablan de plásticas cromáticas convertidas en simbologías teológicas. Unas simbologías que arrancan de un pensamiento concreto, el del neoplatonismo cristiano.

¿Qué pinta Cristo con un libro antes del momento de la creación de Adán en la catedral de San Geminiano, en Módena, una obra realizada por realizado por el maestro Wiligelmo en el año 1099?


Está claro que el relato del Génesis se inicia:

Y el Evangelio de San Juan:

¿Cómo se interpreta ese IN PRINCIPIO: en sentido temporal o en sentido existencial? Si es en sentido temporal, las traducciones actuales son las siguientes:

¿Por qué colocar a Cristo con un libro antes del episodio de la creación de Adán? Hay que estar atentos a la interpretación teológica neoplatónica de la época:


Estos iluminadores o ilustradores sabían muy bien lo que se traían entre manos. Y los teólogos redactores que supervisaban también.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Hace días que no tocamos este tema, el valor de las correspondencias de los símbolos. A veces, en el Arte Románico, conviene recordar la correspondencia que hubo entre una imagen y lo que representó, su símbolo. Pero, también, hay que recordar el camino que tuvo que recorrer un símbolo hasta quedar fijado. Pongamos un ejemplo.

La identificación del símbolo animal de los Vivientes y su relación directa con el evangelista que representa no siempre se ha mantenido estable a lo largo del tiempo.

En el Libro de Durrow, utilizo Wikipedia:

Los símbolos de los evangelistas aparecen según la tradición de San Irineo, en el que el león representa a San Juan y el águila a San Marcos.”

Es decir: el hombre, San Mateo; el ternero, San Lucas; el águila, San Marcos; el león, San Juan.



San Juan como león en el libro de Durrow.

Avancemos un poco más. Vayamos a los Evangelios de Lindisfarne y a los símbolos según la tradición de San Jerónimo:

¿Cómo se representa en el Libro de Lindisfarne a San Juan? Con el águila, que ya está asumida definitivamente como el símbolo natural de San Juan en el Libro de Kells:



¿Qué tiene a sus comienzos este libro?


Es decir, como en el Libro de Durrow, estos Evangelios de Lindisfarne ya contienen la carta de San Jerónimo al papa Dámaso I, llamada Novum opus, en la cual Jerónimo justificaba la traducción de la Biblia al latín.

Es decir, los dos libros (Durrow y Lindisfarne) contienen la carta de San Jerónimo; pero, mientras Durrow utiliza para los evangelistas los símbolos de San Irineo, Lindisfarne toma ya los de San Jerónimo.

Una pequeña reflexión sobre el valor de los símbolos y sus correspondencias.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Una nueva correspondencia, muy sencilla desde el punto de vista de la plástica del Arte Románico. La Nueva Jerusalén celeste vendrá a ser el Paraíso para todo creyente cristiano.

Pongamos una fotografía de una interesante iconografía románica:



Se trata de una pintura mural, datada a finales del siglo XI, en el templo de San Pietro al Monte, en Civate, la Lombardía italiana. En ella, se representa a la Jerusalén celestial.

Sin embargo, lo interesante no reside en la edificación de la muralla de cierre de la ciudad sino en la presencia de la Maiestas Dómini. De hecho, los principales tratados comentan que se trata de un fresco que representa a la Jerusalén celestial. En esta iconografía, el protagonismo iconográfico particularmente complejo lo ocupa la Maiestas Dómini. Se trata de Cristo sentado sobre el globo del universo. A sus pies, el Agnus Dei, el Cordero Místico. Debajo de él fluye un río que se divide inmediatamente en cuatro brazos. Mientras, a su alrededor, las paredes de la ciudad. Son un total de doce puertas abiertas en las que se ven las cabezas de ángeles. La escena continúa en el crucero en el que se representa la alegoría los cuatro ríos del Edén.

Y es que, precisamente, del Edén queremos hablar. Junto a la Maiestas Dómini hay representados sólo dos árboles. Todo este contexto de Paraíso terrenal, Jerusalén celeste y la presencia únicamente de dos árboles conduce a conceptos teológicos como el siguiente:

Nada, correspondencias románicas y la importancia de los llamados detalles plásticos menores en el románico.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Hoy, una entrada para hablar de una correspondencia fácil de entender. Lo haremos más a través de una explicación visual que no en forma de palabras.

El teólogo redactor del discipulario superior de Santa María la Real de Sangüesa, Navarra, conocía perfectamente que sólo cinco discípulos:
-Juan,
-Mateo,
-Pedro,
-Santiago el Menor,
-Judas Tadeo
son los autores neotestamentarios reconocidos canónicamente.



Por eso, en esta portada, a los cinco discípulos reconocidos canónicamente como autores los esculpieron con libros en las manos.



De esta manera, San Pedro se connota con las llaves, pero también con un libro.



A los otros discípulos, a los que no fueron autores reconocidos canónicamente, los esculpieron con filacteria o rollos proféticos.



A todos, menos a Santiago el Mayor, que fue connotado con el bordón de peregrino.



Algunos sabían muy bien qué esculpir en los detalles plásticos. Por eso, uno es el trabajo de los maestros canteros y otro muy diferente el de los teólogos redactores del programa iconográfico.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

A veces, en las iconografías románicas parece darse una ruptura de las llamadas correspondencias entre los textos bíblicos y la representación de la imagen. Pongamos un ejemplo.



Se trata de la llamada portada del Juicio final, en Saint Denís de París.

La anomalía de la correspondencia se produce en la representación del llamado Colegio Apostólico que acompaña a Cristo. Si elimino los dos ángeles de los extremos (uno con una trompeta y el otro con un incensario), cuento 13 apóstoles.



Además, dos de ellos están colocados de tal manera que parece que sean sólo uno con dos caras, una a cada lado, como la representaciones romanas del dios Jano. Pero, si nos fijamos bien, son dos discípulos diferentes.

Además, si nos fijamos bien, uno de ellos está connotado totalmente calvo, personaje que podría querer representar a San Pablo. Si fuese así, ¡qué caña!, ¡qué buen teólogo redactor!

Si eliminamos a Judas Iscariote, 11 discípulos en el momento de la Ascensión de Cristo, tema iconográfico también presente en ese tímpano.

Después de la Ascensión, se elige a San Matías, para que vuelvan a ser 12.

Pero, en un templo dedicado nada más ni nada menos que a San Dionisio Areopagita, no podía faltar el apóstol de los gentiles, San Pablo, el calvo, es decir, su maestro.

Ya tenemos los 13 apóstoles, porque ahora sí que serían apóstoles (y no discípulos o seguidores evangélicos, porque San Pablo no siguió en vida a Jesús), representados en el tímpano.

Mucha, mucha teología esculpida en el románico y de la buena.
¡Feliz sábado!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Ya que es sábado, una entrada un poco más larga.

Si tomamos por correspondencia la "relación que realmente existe o convencionalmente se establece entre los elementos de distintos conjuntos o colecciones", es evidente que esto también se dio en diferentes iconografías.

¿Qué pasa cuando el arquitecto, al resolver un problema de construcción, condiciona el espacio simbólico en el que tiene que trabajar el maestro iconógrafo?

¿A qué me estoy refiriendo? Primero, miremos esta magnífica fotografía.



Se trata del Baptisterio de Parma. El arquitecto ha diseñado la cúpula de tal manera que se producen 16 espacios. Sin embargo, el teólogo redactor del programa iconográfico pictórico sigue pensando en clave apocalíptica. Para él, la cúpula viene a representar la Jerusalén celeste, esa que en el capítulo 21 del Libro del Apocalipsis, en su versículo 14 dice:

Es decir, el espacio simbólico que ha planificado el arquitecto para resolver el problema de construcción no encaja con la exégesis bíblica. No son 12 espacios pictóricos los que se tienen que ocupar sino 16.

¿Qué posibilidad le queda al teólogo redactor del programa pictórico conocedor del Apocalipsis? Continuar su trabajo en esa misma línea simbólica a través de la exégesis que le proporciona el Apocalipsis. ¿Cómo lo resolvió?

a) Doce son los Apóstoles del Cordero, representados sentados en tronos y de cuerpo entero.
b) Cuatro los símbolos de los Vivientes del Tetramorfos, como se establece en el capítulo 4 del mismo Libro del Apocalipsis, entre otros.

Además, representados de medio cuerpo (los apótoles de cuerpo entero) y de mayor tamaño que los Apóstoles. El símbolo es el símbolo.

Si sumamos los 12 Apóstoles con las 4 figuras de los símbolos de los Vivientes del Tetramorfos nos da un total de 16 figuras. Sin embargo, dos apóstoles quedan así reflejados de dos maneras: como hombre y como Símbolo de Tetramorfos: San Juan Evangelista y San Mateo.

¿Sabía lo que se estaba haciendo el teólogo redactor de este programa? El hombre-ángel símbolo de San Mateo está colocado junto a San Pedro, connotado con las llaves. ¿Por qué? El evangelio de San Mateo es el que recoge el episodio de las llaves:

En lugar de representar junto a San Pedro connotado con las llaves al hombre-santo (Mateo, el recaudador de impuestos elegido de forma personal por Jesucristo como uno de sus 12 discípulos privilegiados), representan al símbolo del evangelio que escribió, es decir, el hombre-ángel. De esta manera, se está diciendo que la autoridad de San Pedro no le viene del hombre Mateo sino del evangelio que escribió por inspiración divina. No es el hombre Mateo el que dijo que sobre Pedro se edificaría la Iglesia sino su evangelio que es Palabra de Dios. Junto al símbolo de San Mateo, se colocó el símbolo de San Juan, el águila.

Por eso, si miramos bien, se da otra correspondencia. Con la disposición de los Cuatro Vivientes se crea un Tetramorfos pictórico que es todo un símbolo:

En la parte superior: hombre-ángel (Mateo); en la parte contraria: ternero (Lucas)
En la parte superior: águila (Juan); en la parte contraria: león (Marcos)

O dicho de otra manera, una estructura circular (Mateo, Lucas,Marcos y Juan) que remite a la ordenación temporal del significado de los símbolos en relación con los cuatro acontecimientos salvíficos de la vida de Cristo: Encarnación-Muerte-Resurrección-Ascensión

Se trata, por lo tanto, de un buen programa iconográfico y una buena manera de hacer compatible el trabajo del arquitecto con el del exegeta bíblico, quiero decir, el redactor teológico que programó este programa iconográfico pictórico del Baptisterio de Parma. Y es evidente que no se ideó como una Biblia pauperum.
¡Feliz fin de semana!
Un abrazo a tod@s.

Hola a todos

A veces, el simbolismo de las diferentes imágenes del Arte Románico pueden adquirir una doble correspondencia. Veamos un ejemplo en una representación de los Cuatro Vivientes.

Como otras veces ya hemos comentado, aunque tanto Irineo, Agustín y el Pseudo-Atanasio propusieron una relación entre las figuras de los cuatro vivientes y los evangelistas, la lista de correspondencias que acabó imponiéndose fue la de San Jerónimo.

A lo largo de la historia, la colocación de los Vivientes se ha interpretado de varias maneras. Hoy, lo haremos poniendo en relación dos simbologías:



Desde la perspectiva de la Maiestas Domini:

1.A la derecha: El Hombre (San Mateo) que representa el evangelio en el que Jesús es visto como Rey (la Encarnación), encima del León (San Marcos), el evangelio del siervo (la Resurrección), el que quiera venir en pos de mí que tome su cruz y me siga.

2.A la izquierda: El Águila (San Juan) que representa el evangelio en que Jesús es más claramente señalado como el Hijo de Dios (la Ascensión), encima del toro (San Lucas), el evangelio en que Jesús es presentado como Hijo del hombre (la Muerte).

Una nueva manera de ver esta simbología en una doble correspondencia.
Un abrazo a tod@s