Hola a todos
A veces, el que quiere conocer, duda:
El famoso relieve de la Duda de Santo Tomás en el monasterio de Silos. En este relieve, el maestro escultor dejó agunas de las dudas:
¿Por qué alguien, en origen o posteriormente, ha introducido la figura de San Pablo en este relieve, un apóstoel que no vivió el episodio evangélico ya que no fue discípulo evangélico y que, en Silos, llega incluso a desplazar a San Pedro de su ubicación tradicional junto a Cristo?
¿Por qué el maestro escultor ha recreado una imagen pétrea en apariencia sin precedentes al esculpir doce discípulos, cuando, según la tradición, la experiencia directa del Cristo resucitado sólo fue vivida por once, ya que Judas Iscariote no vivió esta experiencia de fe, como tampoco San Pablo?
¿Por qué el artista desplaza el centro figurativo de la escena a uno de sus laterales y además realiza una triangulación con los tres personajes que considera los más importantes desde el punto de vista de la teología que representa, pues son los únicos a los que practica en sus ojos agujeros para introducir azabache: Cristo, Tomás y San Juan?
La duda de Santo Tomás puede servir para ejemplificar didácticamente los métodos del conocimiento, pero del cristiano, del saber que lleva a la Hagia Sophia, a la Divina Sabiduría.
Sólo a Cristo, a San Juan Evangelista y a Santo Tomás se les practicó ojos para introducir azabache. Con este detalle parece que se nos esté queriendo decir: son los únicos que ven. ¿Por qué?
1. Cristo está claro. Para la filosofía neoplatónica cristiana medieval, Cristo es la Divina Sabiduría, el Verbo encarnado. Ahora bien, ¿cómo se puede acceder a esta sabiduría, es decir, a Cristo? Es evidente que de dos maneras.
2. La representada por Santo Tomás, la de la fe que necesita de la experiencia directa de la realidad o, dicho de otra manera, la del conocimiento empírico, el tocar para creer. En esta breve descripción empírica, entrarían las ciencias naturales, ¿no?, las ciencias que necesitan de la demostración a través de la experimentación con los elementos de la naturaleza.
3. La representada por San Juan Evangelista, la de la fe que no necesita de la experiencia directa de la realidad o dicho de otra manera, la del conocimiento especulativo o contemplativo, la fe como salto. En esta breve descripción especulativa, entraría tanto la filosofía como la teología, ¿no?, los saberes humanos que no necesitan de la demostración a través de la experimentación con los elementos de la naturaleza.
Si Cristo es la Hagia Sophia, la Divina Sabiduría, las figuras de San Juan Evangelista y de Santo Tomás no sólo representan los dos modelos de fe, el activo y el contemplativo, sino también las dos formas que tiene el pensamiento humano para acceder al verdadero conocimiento. Ya callo.
Un abrazo a tod@s