Hola a todos
Siempre me ha llamado la atención la manera que tuvieron los hombres del románico de expresar el núcleo del conocimiento de Dios, el misterio de la Santísima Trinidad.

Mientras en Saint Denís de París se optó por esta fórmula en la que se integran la Ascensión del Hijo y el concepto intelectual de la Trinidad según una determinada teología neoplatónica:


en en monasterio de Silos, se utilizó una doble lectura de la Ascensión y de la Trinidad:


con una teología que ya sonaba de manera diferente. Ya callo.
Un abrazo a tod@s

Respecto de ese camino de conocimiento, también los Magos de Oriente ¿?-según el infalible Benedicto XVI, procedentes de Andalucía- debieron sentir lo mismo:

Así nos lo muestra la fotografía de la portada de este mes, el mosaico bizantino de San Apolinar el Nuevo, en Rávena.

Y es que a pesar de que S.S desvele ahora la improcedencia del Buey y la Mula, se nota que ya está próxima la Navidad... ¿Acabará también desaconsejándola el Papa?

Cielos, este año no sé como poner el Belén en mi casa. Al final creo que van a tener razón mis hijas y las dejaré poner toda la colección de perros, patos y gallinas que me dejan sin espacio para el resto de animales y figuras...

Por cierto Eadan, ya que hablas de los maravillosísimos mosaicos de Rávena he de recomendar la lectura de este magnífico trabajo sobre ellos de mi compañera de curso Nicoletta de Matthaeis. Aquí.

Cuando ella lo realizó no estaban incorporadas las fotos al BF.

Y que lo digas, amiga Piratesa, resulta asombroso comprobar cómo el románico nos une de manera tan sublime...

El interior, sólo apenas iluminado por algunas pequeñas ventanas de alabastro amarillo miel, está revestido hasta media altura por mármol amarillo de Siena, una calidad muy rara de mármol. El resto, a partir de los arcos, y hasta el fondo de la cúpula, está enteramente revestido por mosaicos, cuyos colores predominantes son azul, verde y oro, más el blanco que sirve tanto para destacar los personajes como las diferentes escenas. El conjunto iconográfico gira en torno a la idea de la exaltación de la divinidad de Cristo y de su venida apocalíptica, a través de un lenguaje simbólico paleocristiano

..

Aconsejo a todos la lectura que comenta nuestra fiel Piratesa, haciendo clic sobre la imagen superior.

Hola a todos
Magnífcas reflexiones, sí señor. ¿Cómo puede ser el ideal del hombre que persigue el conocimiento como camino hacia Dios? Retomo una vieja fotografía y algunas ideas:


Se tratra de comparar un detalle iconográfico en dos capiteles historiados que hablan de la conversión y la posterior convalecencia de San Pablo en Damasco y su encuentro con Ananías.

En el capitel de la conversión (Ac. 9, 1-8a), San Pablo luce de forma evidente una calva. Esta calva la luce en presencia de Jesús que le habla desde el cielo. En la escena, aparecen también dos personajes, representando a los hombres que lo acompañaban en el camino y que se habían detenido porque “oían la voz, pero no veían a ninguno” (Ac. 9, 7b). Es el momento de la teofanía de San Pablo. San Pablo, en un contexto de luz (teología de la luz), “de repente le envuelve una luz fulgurante que venía del cielo” (Ac. 9,3b), es el único que ve a Jesús resucitado, pues está en el cielo.

En este contexto teofánico, se le representa calvo, aunque para mí sería más correcto decir tonsurado. Además, está representación de la calva no la luce el personaje de la derecha, uno de los acompañantes. Sobre el personaje de la izquierda, poca cosa que decir, ya que parece ser que ha recibido la visita de la erosión selectiva e inteligente.

Vayamos al segundo capitel historiado de este ciclo hagiográfico sobre San Pablo. En el capitel historiado de su convalecencia en Damasco y la visita de Ananías (Ac. 9, 8b-18), San Pablo ya es connotado sin calva.

Un San Pablo con clava o tonsura vendría a significar el momento de su encuentro teofánico con Cristo, aquel estado teofánico que se define como el tercer cielo. Tal vez, se esté queriendo decir, el conocimiento divino para los que llevan tonsura. Ya callo.
Un abrazo a tod@s

Hola.

En el romanico , y acorde con las ideas neoplatonicas ,se evidencia que Dios es conocimiento y lo transmite a los hombres , receptores de esa gracia . Los monjes de Sant Cugat del Valles , de forma contemplativa , recogian esa transmision para difundirla a sus feligreses.

O eso parece indicar este capitel.



Lo que por otro lado , deja claro quien es el receptor de los mensajes de Dios .... y quien posee la verdad de su palabra.


Saludos.

Muy bueno este capitel. Al principio pensé que era el Espíritu Santo que bajaba en forma de paloma pero ahora ya dudo y veo más bien un ángel alado que posa una mano sobre e monje de la derecha ¿Que sabes de este capitel????

Gracias.

Hola.

Piratesa , la verdad es que poco mas puedo decir de este capitel. Solo que todas las caras estan dedicadas a trabajos realizados por monjes.
Trabajos como el ordeño de vacas .



Saludos.

Muchas Gracias Xavidc, me gusta mucho este claustro, ver el día a día de un monasterio en los capiteles del mismo no es corriente. ¿Vas a subir las fotos al BF?

Saludos

Hola a todos
Hermosas reflexiones, sí señor. Ese conocimiento como camino hacia Dios fue el que también les impulsó a hacer cosas como estas:

y a dejar constancia en detalles plásticos como el siguiente:

Si no recuerdo mal, dentro del libro abierto está la fecha de construcción del templo.
No estamos refiriendo al templo de San Miguel, en San Esteban de Gormaz, Soria.
Como apuntaban magníficamente Xavi y Piratesa, no sólo el trabajo intelectual sino también el manual como símbolo y signo de ese conocimiento que es camino que lleva hacia Dios.
Ya callo.
Un abrazo a tod@s