Ah ... fenomenal !!! Creo que te refieres a Giscarda y su nieto, Gastón V?
Para quién no sepa quienes son los Céntulos, ni qué pintan en Agüero, recomiendo una visita al
REINO DE LOS MALLOS (<-- clic)
Efectivamente, cuando llga al poder en 1154, Gastón V tiene que afrontar un movimiento político de considerable importancia y que se va a repetir más adelante y en diversas ocasiones, cuando tras la muerte de Giscarda -su abuela y tutora como dice
demiguel- la curia bernesa envía una delegación a Ramón Berenguer IV de Barcelona para que asuma -
como rey aragonés- la tutela del vizconde.
Esto quedará consignado en una carta del obispo de Huesca, fechada en 1154, cuyo texto referido, dice:
"Facta carta(...) era MCLXXXXII anno illo quando Raimundus comes Barchinonensis et Aragonensium princeps accepit potestatem atque dominium de vicecomitatu Bearnensi"..., según recoge Ubieto Arteta en 'La Campana de Huesca', publicado en la Revista Filológica Española, t. XXXV (1951).
Suponemos que es de esta manera, cómo el Conde de Barcelona y Príncipe Aragonés minimiza las posibilidades de acceso del bernés al reino de Aragón, en favor de sus propias pretensiones. Ramón Berenguer IV, gracias al apoyo mostrado a Ramiro II de Aragón durante su enfrentamiento con Alfonso VII de León, recibe promesa de matrimonio copn la hija del Monje, Petronila, cuando ésa contaba con un año de edad. La boda -a pesar de la enorme diferencia de edad- se celebró en Lérida, mucho más tarde, en el mes de agosto de 1150; sin embargo el 13 de noviembre de 1137, Ramiro depositó en su yerno el reino pero no la dignidad real, lo que le facultaba para firmar como Conde de Barcelona y Príncipe de Aragón.
Es preceptivo recordar, que igualmente Alfonso VII el Emperador, está casado con Berenguela, hermana de Ramón Berenguer IV y que, incumplido el testamento de Alfonso I el Batallador, el castellano-leonés aspira al trono de Aragón, aduciendo ser nieto legítimo de Sancho III el Mayor. A pesar de la familiaridad, como vemos, el enfentamiento por el ambiicoso proyecto de obtener la corona arzagonesa, es notorio.
Cuñado de Alfonso y yerno de Ramiro, el Conde se llevará el gato al agua en la figura de su hijo, Alfonso II (1157–1196), rey de Aragón y conde de Barcelona, con lo que definitivamente se unirán el Reyno y el Condado en una nueva dinastía, que lanzará a la Corona de Aragón hacia mayores dominios por todo el litoral Este de Hispania, el Mare Nostrum e Italia. Pero eso es otra historia.