Hola a todos
Oye, quió, demiguel, cómo te gusta liarla.
Sólo a modo de ejemplo, te coloco un fragmento de cómo presenta la Universidad Autònoma de Barcelona la magnífica tesis del doctor Paulino Rodríguez Barral, La imagen de la justicia divina. La retribución del comportamiento humano en el más allá en el arte medieval de la Corona de Aragón :
“En un trabajo de las características de éste, tan directamente relacionado con los cuatro novísimos (muerte, juicio, infierno y gloria) difícilmente podría pasarse por alto al primero de ellos. Si bien no se entra en el análisis de la iconografía de la muerte, es indudable que la percepción del momento final, antesala del juicio en el que se decidirá el destino ultraterreno de cada alma, es un elemento a tener en cuenta. La progresiva importancia otorgada por la literatura eclesiástica al momento de la muerte en el trance de la salvación, y su vulgarización a través del Ars moriendi es en consecuencia motivo de atención específica. En los otros tres novísimos radica, sin embargo, su objetivo fundamental. También en el purgatorio que irrumpe, a partir del siglo XII en el ámbito de lo teológico y, aproximadamente un siglo más tarde, en el iconográfico, haciendo entrar en crisis la estructura bipolar del más allá vigente hasta entonces.”
Según la tesis de Paulino Rodríguez Barral, en el siglo XII se inicia el verdadero debate teológico sobre el Purgatorio y en el XIII su representación iconográfica. Tal vez, porque a finales del siglo XIII, el II Concilio de Lyon (1274) hizo ya esta declaración explícita:
“… Mas, por causa de los diversos errores que unos por ignorancia y otros por malicia han introducido, dice y predica que aquellos que después del bautismo caen en pecado, no han de ser rebautizados, sino que obtienen por la verdadera penitencia el perdón de los pecados. Y si verdaderamente arrepentidos murieren en caridad antes de haber satisfecho con frutos dignos de penitencia por sus comisiones y omisiones, sus almas son purificadas después de la muerte con penas purgatorias o catarterias, como nos lo ha explicado Fray Juan; y para alivio de esas penas les aprovechan los sufragios de los fieles vivos, a saber, los sacrificios de las misas, las oraciones y limosnas, y otros oficios de piedad, que, según las instituciones de la Iglesia, unos fieles acostumbran hacer en favor de otros. Mas aquellas almas que, después de recibido el sacro bautismo, no incurrieron en mancha alguna de pecado, y también aquellas que después de contraída, se han purgado, o mientras permanecían en sus cuerpos o después de desnudarse de ellos, como arriba se ha dicho, son recibidas inmediatamente en el cielo.”
Ahora, también tengo que reconocer que he leído artículos sobre la iconografía del purgatorio en el románico y, en concreto, en algunos templos románicos. Pero, mejor este tema, el de estos artículos, no meneallo. Además, si continúo escribiendo sobre teología, aburriré al personal.
Si os parece bien, pasamos página.
Un abrazo a tod@s
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