Si, apreciado amigo, coincidimos bastante, pero creo que es en el planteamiento que insinuo en coincidencia con Nielsen, donde se escapa algún matiz de importancia para la correcta interpretación de nuestros mutuos argumentos. Recordemos de nuevo, qué trato de defender de manera genérica para los templos románicos:
Es muy conocido y notorio el hecho de que todas las iglesias románicas están sin excepción orientadas con su ábside mirando a levante. Pero el orto solar varía a lo largo del año, lo que hace que pueda determinarse el día del replanteo con razonable precisión. El problema de la orientación interesó de antiguo a los investigadores y quedó aparentemente zanjado cuando Nilssen, a partir de la medición de las orientaciones de 211 iglesias románicas, llegó a la conclusión de que se replanteaban el día de la fiesta del santo titular de la iglesia. Esta interpretación, sin duda atractiva y romántica, es la comúnmente aceptada. Con todo sorprende el hecho de que el supuesto trabajo de Nilssen no figura en ninguna de las numerosas bases de datos bibliográficas que hemos consultado y que las veces que lo hemos visto citado no figura en referencia bibliográfica. Por ello no podemos determinar ni la precisión de los datos aportados, ni el entorno geográfico estudiado.
Si has leído el artículo, conocerás que Pérez Valcárcel llega a otra conclusión final bastante diferente de la pretensión generalmente admitida por Nielsen, puesto que en lugar de la fecha del santo a la que se consagra, arguye que probablemente, una simple alineación con estacas o si acaso con barras de hierro -fijada con la salida del sol el primer día en que pudieran iniciarse los trabajos-, habría sido más que suficente. Y concluye, que a falta de otras verificaciones, de haber deseado una orientación casi perfecta, alguno de los sistemas que desarrolla en su estudio podrían haber proporcionado una demostración exacta cualquier día del año. En esa afirmación, parece incluso obviar la cientificidad de la gnomónica medieval, puesto que al adjetivar tales procedimientos como 'simples', creemos que lo hace con fines disuasorios, al menos.
Como vemos, básicamente en esto confluyen las dos grandes corrientes que tratan de demostrar cual era el método utilizado, puesto que si -como en el caso de Ucero por ejemplo-, el haz de luz que penetra por el óculo pentalfa del hastial sur, permite -en esa latitud- alcanzar durante el soltsticio de invierno el punto conocido como 'Losa de la Salud', es notorio que los constructores románicos sabrían calcular con precisión otras alineaciones. Creo que este asunto, ahora que entendemos que en Ucero la proximidad de los cantiles calcáreos, impiden que la luz solar penetre por el ventano del ábside central en el momento del orto, convierte a esa diatriba en el principal argumento que debatimos hasta el momento:
wasintonia escribió:
El abside no apunta a ninguna fecha, tiene una orientación, sin más, y el sol se situa sobre el horizonte, sobre el mismo punto, ( -111,47º) durante 96 dias al año, desde el 4 de Mayo al 8 de Agosto dias en los que sus rayos se encuentran alineados con el eje principal de la nave, pero su entrada en ella a traves de la ventana solo será posible cuando el sol alcance una altura tal que le permita salvar los posibles obstáculos situados entre el y el ábside, alcanzar cierto punto sobre el suelo, etc.
Por esto es que estimo que tal argumentación no es exacta en San Bartolomé, tras confirmar que sí es cierto que el Sol, en su recorrido aparente por la eclíptica de la esfera celeste, se situaría -de no ser por aquél otro impedimiento- frente a la ventana absidial central esos 96 días, pero sólamente dos de ellos -el 4 de Mayo y el 8 de Agosto-, el punto que el orto solar marca sobre el horizonte terrestre, coincidirá con la intersección que sobre el mismo efectua la proyección del eje de la nave:
¿Pero cómo hicieron la alineación solar con la Losa en Ucero, si los verticales muros calcáreos del cañon del Lobos, impiden observar hacia el Este la salida del Sol?