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2.4. Contorsionistas, juglares y músicos, el mundo de la fiesta
Sin duda, las arquivoltas de la Portada sur de Santa María de Uncastillo son un esclarecedor ejemplo de la actividad juglaresca, denigrada por la literatura medieval. San Agustín afirma, “Quien dijo : no quiero que entréis en comunión con los demonios, quiso que se separasen los creyentes, con la vida y las costumbres, de quienes sirven a los demonios. Estos se deleitan con cánticos llenos de vanidad, con espectáculos frívolos, con las variadas torpezas de los teatros, con la locura del circo…”. En la misma línea se sitúan las afirmaciones de Honorio de Autun, “¿Tienen los juglares alguna esperanza de salvación? Ninguna. Porque ellos son, desde el fondo de su alma, los ministros de Satán. De ellos se dice que no han conocido a Dios y Dios se reirá de los que se ríen”; consideraciones reafirmadas por lo expuesto por un tratado anónimo del siglo XIII: “Los juglares son como parásitos, cantan por el oro, los vestidos, los caballos. Como el pastor hace con sus ovejas, ellos esquilan a los ricos, hasta dos veces al año. El hombre que les presta atención no tardará en esposar la pobreza. Ellos venden su cuerpo y el alma por el menor salario, como las peores mujeres; hay dos profesiones que no son más que pecado: la de la prostituta y la del juglar”.
FUENTE: LA ICONOGRAFÍA PROFANA EN LOS TEMPLOS ROMÁNICOS. F.Villaseñor Sebastián
También sucede en Biota. Parece que hay más que razón en las palabras y en el título de la conferencia de Don Fernando Villaseñor durante su alocución en el Curso de Jaca de 2011,
profano es aquello “que no es sagrado ni sirve a usos sagrados”, pero entonces ...¿por qué esta profusión de detalles en los templos románicos como Biota y otros muchos?