Hola a todos
¿Qué pasa cuando el teólogo redactor de un programa iconográfico quiere dar su versión de la misma lección teológica, en este caso, el no conocimiento o no reconocimiento de Dios en la figura de Judas.
De entrada, está claro que:
1. El pensamiento del teólogo redactor de un programa iconográfico era clave para su realización plástica.
2. La plástica utilizada refleja este pensamiento.
Esta doble evidencia la quiero demostrar a través de un pequeño trabajo de comparación visual. En un mismo soporte, un capitel, dos realizaciones escultóricas del mismo tema, pero a través de visiones teológicas diferentes.
En primer lugar, la propuesta plástica de Issoire, Francia, una de las magníficas fotografías que nos ha regalado demiguel:
Parece ser que el teólogo redactor de este programa se decantó por centrar el tema de la traición de Judas Iscariote a través de la versión de los sinópticos:
Citar:
San Mateo:
“El respondió: El que conmigo mete la mano en el plato, ese me entregará... Tomó la palabra Judas, el que iba a entregare, y dijo: ¿Soy acaso yo, Rabí? Y él respondió: tú lo has dicho.” (Mt. 26, 23, 25)
San Marcos:
“Él les dijo: Uno de los doce, el que moja conmigo en el plato.” (Mc.15,20)
San Lucas:
“Mirad la mano del que me entrega está conmigo a la mesa.” (Lc. 22, 21)
Por el contexto iconográfico, el joven sin barba que aparece detrás del traidor puede querer representar al discípulo amado, a San Juan Evangelista. De nuevo, una nueva manera de contrastar las dos opciones de fe. Sin embargo, aquí San Juan no es visto en su versión contemplativa. ¿Por qué? Simplemente, porque no es el evangelio en el que se narra.
El teólogo redactor de Issoire hace una versión literal o histórica desde el punto de vista de los evangelios sinópticos. Supongo que se ve bien que sólo hay un plato en la mesa y que sobre este plato se juntan las manos de los dos personajes que se pueden identificar con Jesucristo y con Judas Iscariote, por cierto, con aura incluida.
Hagamos un salto en la distancia a través de otra magnífica fotografía:
Se trata del claustro de San Juan de la Peña. El teólogo redactor, como estamos sosteniendo para el Taller de Biota, se decanta claramente por el evangelio de San Juan:
Citar:
“Uno de ellos, el amado de Jesús, estaba recostado en el seno de Jesús, Simón Pedro le hizo señal, diciéndole: Pregúntale de quién habla. El que estaba reclinado sobre el pecho de Jesús le dijo: Señor, ¿quién es? Jesús le contestó: Aquel a quien yo mojare y diere el bocado. Y mojando un bocado, lo tomó y se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote.” (Jn, 13, 23-26)
Aquí, sólo Cristo lleva aura; los discípulos, no. Supongo que se ve claramente el tema del bocado y que se reconoce fácilmente a San Juan Evangelista.
Por las dos magníficas fotografías, ¿conocían o no conocían la interpretación literal o histórica de la Biblia los teólogos redactores de los programas iconográficos románicos? La elección de una determinada representación plástica está condicionada por la filosofía teológica del teólogo redactor de ese programa iconográfico.
Un abrazo a tod@s.