Queridos amigos:
En primer lugar, dar la bienvenida a luisg, y agradecer la calidad e interés de sus entradas.
Entre los muchos posibles orígenes de la simbología del pez, se sabe que, para el arte celta y para el galo-romano, éste se asociaba con la
fertilidad de la vida (al igual que los manantiales y los cursos de agua), y que uno de los asociaciones otorgadas por el cristianismo se refiere al
bautismo. Esto es lo que parece ocurrir, por ejemplo, en este bello capitel del claustro de Santillana del Mar, en el que se relata el
Bautismo de Cristo en el Jordán:
Una iconografía que, como venimos viendo en otros temas, tiene su correlato en escenas de los
Beatos como éste de
Girona:
Se trata de una imagen que me ha hecho recordar la portada de
Torresmenudas, en la cual podemos encontrar varios elementos comunes con la miniatura: paloma, rama-árbol (también en un capitel), un individuo desnudo, el elemento acuático de los zig-zags, las decoraciones en forma de arquillos... y el
pez, junto a un león que pudiera a su vez ser símbolo de... ¿Todo una bella alegoría? ¿Coincidencias?
Al otro extremo de la arquivolta nos encontramos con una escena que, como vimos en el tema de Salamanca, también se encuentra en descripciones del Apocalipsis realizadas por los Beatos: la serpiente, picoteada por un ave, y a su vez atacando o vomitando un batracio. Dejemos que nos hablen los expertos en escuchar el lenguaje de las piedras...
Abrazos.