Hola a todos

Hasta ahora, en este tema, hemos ido mostrando claras correspondencias entre la iconografía románica y sus fuentes. Sin embargo, a veces, nos encontramos con la ruptura intencionada de estas correspondencias dando lugar a lo que podemos llamar errores teológicos.

En alguna ocasión, ya hemos comentado un triple error respecto a las fuentes bíblicas que se produce en una iconografía románica y nada más ni nada menos que en el monasterio de Santo Domingo de Silos, Burgos.

En uno de sus relieves, el del incrédulo Tomás, se prdujo un triple error teológico bajo la apariencia de una mala práctica de exégesis bíblica. En el fondo, este triple error teológico parecer esconder un proceso de depuración eclesial.



El primer error se produce en origen: esculpen doce discípulos alrededor del Jesús resucitado en el tema que da título al relieve, el episodio del incrédulo Tomás, cuando ya sólo eran once discípulos, pues Judas se había suicidado (Mateo, 27,5). En aquellos siglos, la Palabra de Dios, los evangelios y por extensión toda la Biblia, era la verdadera Historia, pues era Sagrada.

El segundo error es debido a una mala práctica de corrección: introducen a San Pablo, así está escrito en su aura o nimbo, con la intención de hacer compatible el número 12 de, ahora, apóstoles, que no discípulos, en un acontecimiento de la vida del Jesús histórico. Hecho que atenta contra la llamada verdad incuestionable de la Historia Sagrada. San Pablo no está presente en el pasaje del incrédulo Tomás narrado en el evangelio de San Juan (Jn. 20, 26-29) ni en ninguno de los acontecimientos de la vida del llamado Jesús histórico.

El tercer error es fruto de un despiste monumental en mitad del Camino de Santiago y en tierras de Castilla: en su nimbo o aura, todos los discípulos llevan el nombre. Sin embargo, alguien eliminó el de Santiago el Mayor, colocando dos veces antropónimos con los que se conoce a Santiago el de Alfeo; ya que, sobre dos personajes diferentes, escriben: Iacobi Minoris, en el primer caso, y Iacobus frater Domini, en el segundo.

De hecho, ¡vaya triple error teológico! Esto si que es meter la pata por tres veces en una misma iconografía románica en el corazón de un monasterio benedictino medieval, nada más ni nada menos que el de Silos.

A no ser, claro está, que sea el producto de una corrección eclesiástica.
Un abrazo a tod@s.

Hola a todos

Ayer hablábamos de disonancias en un claustro paradigmático del románico entre la Historia Sagrada y la interpretación artística. Avancemos un poco más.

También, ya hace unos cuantos días, comentamos que, por algunos de sus detalles iconográficos como el de la ausencia de un libro en el Águila, el Pantocrátor y Tetramorfos de Sant Climent de Taüll parecía indicarnos que nos encontramos ante una iconografía que no estaría expresando sólo el contexto judicial apocalíptico. Apuntábamos, siguiendo las magníficas explicaciones del doctor Alfons Puigarnau en su magistral tesis doctoral, que el contexto iconográfico reflejaría además la presencia de elementos de la llamada Teología de la Luz o contemplativa.

Volvemos a colocar una serie de magníficas fotografías:




En su tesis, el doctor Puigarnau defiende la relación de la iconografía del Pantocrátor de Sant Climent de Taüll con la filosofía teológica de Juan Escoto Eriúgena; aunque, en su escrito, si no recordamos mal, no aporta ninguna cita directa del Periphyseon de Eriúgena al tema de la inscripción que hay en el libro.

¿Qué interpretación concede Eurígena en su Periphyseon al EGO SVM LUX MVMDI que hay escrito en el libro de la Maiestas Domini? ¿De sus palabras, se podrá deducir una síntesis teológica entre el contexto judicial y el contemplativo?

Vamos a tener que leer:

Ante estas hermosas palabras de Eriúgena, mejor no hacer ninguna glosa, pues sobran todas las demás. Por cierto, las palabras del último párrafo del Periphyseon de Eurígena me han traído a la memoria la magnífica iconografía de la Psicostasis de San Miguel de Biota.

Esto sí que es una magnífica correspondencia entre un texto teológico y una iconografía románica.
¡Feliz día del trabajo!
Un abrazo a tod@s.

Hola a todos

Muchas veces, el valor del símbolo es doble. Se parece a una moneda. Para que tenga sentido completo (es decir, para que tenga valor) se necesita que las dos caras estén juntas. No hay moneda que tenga valor, si no tiene las dos caras. Esto mismo pasa a símbolos esenciales de la fe cristiana. Pongamos un ejemplo.

Si hacemos caso de la primera definición de la palabra Símbolo del DRAE:

no cabe duda que el símbolo del Agnus Dei, como el que coloco a través de esta magnífica fotografía, es explícito y sensorialmente potente:



(San Bartolomé, en Aguilar de Codes, Navarra)

Si el símbolo es la representación de otra realidad, lo tiene que ser en virtud de alguna analogía. Necesariamente, el símbolo y la realidad tienen que compartir un nivel de significados para que el entendimiento perciba la relación existente entre la realidad representada y su símbolo.

¿Por qué escribo estas cosas, os preguntaréis más de uno? Porque siempre me ha parecido que el símbolo del Agnus Dei remite no sólo a la idea de la muerte de Cristo en la cruz, sino al concepto teológico de la “soledad de la cruz”.

Cristo, murió rodeado de personas; pero, teológicamente, solo;



ya que hay que esperar a su Resurrección para dar sentido teológico a su muerte:



(Bajorrelieves de Silos)

Para los cristianos, es desde su Resurrección que Cristo se convierte en el Mesías, en el Cordero de Dios.

Nada, correspondencias doble del símbolo cristiano.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Está claro que los teólogos redactores de los programas iconográficos románicos sabían muy bien lo que se hacían, pues jugaban con el valor de los símbolos cristianos estableciendo una correspondencia entre texto bíblico, imágenes e interpretaciones teológicas de los santos padres. Coloco un nuevo ejemplo en tres pasos.

¿Por qué hacer coincidir dos pasajes de dos evangelios diferentes en una misma escena iconográfica románica? Desde la teología, los dos pasajes reciben un único tratamiento como ejemplo de dos partes del mismo símbolo. Los pastores y los reyes magos ocupan el mismo tímpano porque, teológicamente, representan los dos pueblos que se convirtieron al cristianismo: los judíos (los pastores), la gentilidad (los magos)

Los dos textos bíblicos:


La magnífica imagen románica:

(Tímpano de la Catedral de Santa María Matricular, en Verona, Italia)

La interpretación teológica realizada por San Agustín y que da cohesión a símbolo teológico:

Es evidente que el románico es algo más que piedras o pinturas muy bien trabajadas por las manos de hábiles artesanos. Nada, correspondencias.
¡Feliz domingo!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Amiga Piratesa, hoy, toca explicar una correspondencia un poco larga.

¿Por qué tanto en Sant Climent de Taüll como en San Isidoro de León el símbolo del águila referido a San Juan Evangelista recibe un tratamiento iconográfico singular? Precisamente, en este tratamiento privilegiado es en el que reside su correspondencia y, en el hecho de que, por medio, andan previsiblemente algunos canónigos regulares de San Agustín (de los que tanto gustan a Eadan) que han estudiado la filosofía teológica de Juan Escoto Eriúgena.

De hecho, una vez más, se produce una relación de correspondencia entre símbolos iconográficos, textos bíblicos, liturgia e interpretaciones teológicas.

Primero, recordemos Taüll:





Dejando de lado la posible ley de marco, de distribución de las figuras o de proporciones, esta pregunta inicial: ¿por qué el símbolo de San Juan Evangelista, el Águila, recibe un tratamiento diferente al de los otros tres Vivientes en Taüll?

Si observáis bien, podréis comprobar por vosotros mismos cómo, al menos, existen cuatro diferencias notables:

-Sólo el Águila es sostenida en el seno de un ángel.

-Sólo el Águila recibe un tratamiento cercano a Dios, ya que el ángel que la sostiene lleva las manos veladas, recibiendo así la figura de San Juan Evangelista un trato cercano al de la adoración o realeza. Si os fijáis bien, no ocurre lo mismo ni en el caso del león ni en el del toro (o ternero) por mucho que también tengan ángeles personales. Un trato aparte y obvio merece la figura de San Mateo.

-Mientras que tanto Cristo como todos los ángeles así como también el león y el toro lucen un nimbo blanco, sólo el Águila lo tiene pintado de rojo. Esta elección pictórica dificulta su visión, pues pintado de color blanco se distinguiría mejor. Sin embargo, sorprende que San Juan sea connotado como mártir, cuando (según la tradición cristiana) fue el único de los 12 discípulos evangélicos que no murió de muerte violenta (suicidio en el caso de Judas, martirio para los otros diez) y que sobrevivió al martirio (salió indemne de un caldero de aceite hirviendo).

-El Águila está colocada junto al libro que sostiene la inscripción: Ego sum lux mundi; en definitiva, su libro, el Evangelio de San Juan (Jn. VIII,12).

Ahora, le toca a León:


San Juan Evangelista es el único de los vivientes que, en San Isidoro de León, sostiene un libro con las tapas de color blanco. Como ya escribimos hace algo de tiempo, creemos que esto tiene una explicación.

La fiesta de San Juan Evangelista todavía se celebra el 27 de diciembre: Navidad, San Esteban (el protomártir), San Juan Evangelista. El color litúrgico para este día es el blanco, un color con claras connotaciones tanto del ciclo de la Navidad como del símbolo de la virginidad.

Vayamos a este último criterio. ¿Por qué para la tradición patristica, de los Santos Padres, San Juan Evangelista fue el discípulo amado? Un poco más de lectura extraídas de páginas ortodoxas del catolicismo:



Si nos ponemos en una época en que la Iglesia de Roma quería sólo a clérigos célibes, está claro que en la figura de San Juan Evangelista se encontraba el discípulo preferido y el modelo evangélico a imitar. De esto, saben mucho las piedras y los templos que acabaron acogiendo canónigos como San Isidoro de León.

Pero, la cosa, no acaba ahí. Todo esto, me ha recordado el siguiente artículo: Datación, liturgia e iconografía en la colegiata románica de Roda de Isábena, Huesca

Coloco el enlace:
http://www.circuloromanico.com/index.ph ... ge_id=2279

Sólo espero que hayáis pasado un rato agradable.
¡Feliz miércoles!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Desde que estuve allí, hace ya unos cuantos años, no he podido olvidar jamás parte de esta magnífica iconografía. Aquí, sí que se produce una correspondencia directa: lo que ocurre en la Tierra también tiene su reflejo en el Cielo.

O, escrito de otra manera, la vida de Jesús de Nazaret no es la de un hombre cualquiera, sino la del Hijo de Dios.

Perdón, me estoy refiriendo al templo de San Zenón, en Verona, Italia.

Y quiero escribir acerca de estas espléndidas imágenes románicas:


El prendimiento de Cristo en la Tierra, visto en clave trinitaria en el Cielo a través del símbolo de la Dextera Dómini, el Hijo cumple en la Tierra la voluntad del Padre, porque los versículos 10-11 del capítulo XVIII del Evangelio de San Juan dicen:



La crucifixión de Cristo en la Tierra, vista a través del gran símbolo del Agnus Dei. De nuevo, el Evangelio de San Juan, ahora en el versículo 29 del su capítulo I:



Además, queda muy claro que, mientras San Pedro (con sus llaves y todo) es el que corta la oreja de Malco, San Juan Evangelista es el que comparte la alegría del que entiende lo que está sucediendo en el momento de la muerte redentora de Cristo, la eliminación del pecado del mundo.

Nada, un magnífico ejemplo de correspondencias a través de la llamada teología sanjuanista.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Como otras veces ya hemos comentado, el papel de los teólogos redactores de los diferentes programas escultóricos es clave. Además, en algunos casos, es fundamental porque los detalles plásticos de las imágenes románicas que nos han llegado ponen de manifiesto el alto conocimiento del contenido teológico que querían exponer a través de las imágenes.

Desde hace ya algo de tiempo, vamos exponiendo que Joaquín de Fiore interpretó cromáticamente su idea de la Trinidad en su Liber Figurarum. En la Tabla XIb del códice Reggiano, Fiore explicó el concepto trinitario de las relaciones que se producen entre las tres personas de la Trinidad, en definitiva, su visión de la fórmula del “Filioque”:



Una idea de las tres edades que, en forma de magnífica correspondencia, se expresa a través de los detalles plásticos menores del símbolo de San Mateo (el hombre-ángel) y el de San Juan (el águila) en un capitel de la panda norte del claustro de Monrreale, Sicilia.

Como otras veces ya hemos comentado, de entrada, estos dos elementos permitirían hablar de la doble naturaleza de Cristo, la humana (el símbolo de San Mateo) y divina (el símbolo de San Juan).

Pero, el teólogo redactor habló más claramente a través de otro detalle plástico. De hecho, llama poderosamente la atención. Se trata de la presencia de un personaje mitrado en medio de los dos símbolos. Además, no deja de ser curioso. A través de él, se ha creado la representación del mismísimo abad calabrese Joaquín de Fiore, al que según todas las fuentes historiográficas tanto debe la edificación de este magnífico claustro de Monreale.



Y, aquí, es donde se producen las correspondencias entre el pensamiento teológico del redactor, el momento histórico vivido y la exégesis bíblica. Como en otras ocasiones ya hemos comentado, para Joaquín de Fiore, una fecha, la de 1260, significa el nacimiento de la de la Tercera Edad, la del inicio de la Edad del Espíritu Santo, la de la Iglesia Espiritual.

De entrada, la profecía sobre la cifra de 1260 se encuentra en la Biblia en dos libros:
a) El profeta Daniel: VII, 25; XII, 7.
b) El libro del Apocalipsis de san Juan: XI, 2; XI, 3; XII, 6, XII, 14; XIII, 5.

Joaquín de Fiore, junto a los textos anteriores del profeta Daniel y de San Juan, también utilizó el evangelio de San Mateo (Mt. I, 1-17) para postular la fecha profética de 1260, argumentando que lo mismo que transcurrieron 42 generaciones entre Abrahán y Jesucristo, la segunda Época, la de la Encarnación del Hijo, finalizará en este año, es decir, 42 generaciones después de Jesucristo. ¿Cómo lo calculó? Para Joaquín de Fiore, Jesucristo engendró a sus hijos espirituales a los 30 años, cuando comenzó su vida pública. Por eso, cada generación a partir del Nuevo Testamento tiene que contarse de 30 años. Por lo tanto, 42 generaciones de 30 años cada una, hacen un total de 1260 años.

Es decir, nos encontraríamos ante una representación de abad calabrese junto a los símbolos de los dos autores del Nuevo Testamento que utilizó para profetizar la fecha de 1260 y, de paso, ante dos de los grandes símbolos de la nueva Iglesia espiritual sobre la que profetizó.

Es decir, un magnífico trabajo de correspondencias de naturaleza mixta. En ese capitel, convergen ideas de la Biblia y su interpretación teológica junto con la historia del momento en el que se está viviendo.
¡Feliz lunes!
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Si tomamos esta acepción del sustantivo correspondenia:

y miramos dos conjuntos de imágenes románicas esculpidas a cientos de kilómetros, su correspondencia tanto en lo que se refiere a su diseño general plástico como a las ideas que se quieren expresar es evidente. De hecho, sólo hay que mirar.

Empecemos por el conjunto más lejano a nosotros:



Este relieve de lucha se encuentra en la Emilia Romagna italiana, concretamente en Fornovo di Taro, en el templo de Asunción de María. Lo curioso del caso es la imagen que completa este relieve con la presencia de lo que parecen dos sabios, llevan filacterias o rollos proféticos en sus manos, en actitud contemplativa:



Una correspondencia que se establce con esta otra iconografía de Aragón, Huesca, en Agüero, el templo de Santiago:



Aunque, en Agüero, parece ser que los sabios prefieren apostar no por la contemplación sino por el diálogo:



Por cierto, Fornovo di Taro, situado en la Vía Francigena tiene esta descripción:

Seguiremos dialogando sobre esta y otras magníficas correspondencias; esta última situada a cientos de kilómetros y con el mar Mediterráneo de por medio.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos

Hoy, lunes, correspondencias sobre un objeto. Dice el DRAE:

En la iconografía, que hoy proponemos, está claro el doble juego del símbolo de la llave:

Las de Cristo, las que el lleva en las manos, siguiendo el dictado del libro del Apocalipsis:

Las de San Pedro, las llaves de las que es el guardián siguiendo el Evangelio de San Mateo:

El teólogo redactor de esta iconografía lo tenía claro.


Se trata del templo de Saints Pierre et Paul, en Sigolsheim, Alsacia.

Nada, una correspondencia directa entre objeto y símbolo. Pero, sobre todo, la cuestión de la Primacía. Por eso, mientras Cristo tiene dos llaves, controla la muerte y el Hades; San Pedro, sólo una, la del reino de los cielos. Muy buenos los teólogos redactores de estos programas iconográficos.
Un abrazo a tod@s

Hola a todos
Hoy, recordaremos una correspondencia que evidencia cómo la doctrina cristiana fundamental se ha mantenido a lo largo de la historia.

En el Catecismo de la Iglesia Católica, podemos leer:

Una idea que ya adoptó esta magnífica imagen en el románico:



Nada más ni nada menos que en el templo de San Lorenzo, Oxhill, en Warwick, Inglaterra.

Pero, claro está, el Catecismo, entre otras cosas, también recuerda esta referencia a la Santísima Trinidad:

Una referencia que, por la otra cara de la pila bautismal, bien puede adoptar estas formas iconográficas, de naturaleza analógica o simbólica:



Además, 12 arcos simbólicos que remiten a la Jerusalén celeste y a este comentario del Catecismo:

Nada, la correspondencia entre las imágenes románicas y la historia del mantenimiento de la doctrina de uno de los dos grandes símbolos teológicos del catolicismo.
Un abrazo a tod@s