Hola a todos
Antes de nada, Xavi, no había visto esta entrada y tu pregunta. Nunca me he puesto a observar con detenimiento la iconografía de Catalain; por eso, no tengo una respuesta clara. Hace tiempo, leí que el representado podía ser un mono, pero esas pezuñas parecen más la de la representación del Diablo. Además, cuando he leído tu invitación y he visto esas pezuñas me ha venido a la cabeza la siguiente cita de los primeros versículos del capítulo XX del libro del
Apocalipsis:
Citar:
Y vi a un ángel que descendía del cielo, con[a] la llave del abismo y una gran cadena en su mano. 2 Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años; 3 y lo arrojó al abismo, y lo cerró y lo selló sobre él, para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años; después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
Pero, no acabo de ver que se esculpiera una cadena al uso. Sin embargo, esta cita la utilizaban los movimientos milenaristas para hablar del tiempo que había de venir antes del 1260. Pero, como te digo, no he estudiado esta iconografía. Me acabas de poner más deberes, pero este tendrá que esperar.
Sin embargo, ya que hablamos de las particularidades del románico de Navarra, también quiero proponer un ejemplo, el de algunos discípulos privilegiados, en vida del propio Jesús histórico, que recibieron el don del conocimiento de la HAGIA SOFIA.
De hecho, por lo que llevo estudiado, este sería el tema teológico central de la portada de Leire, Navarra.
Sin embargo, no deja de sorprenderme que, al resultado final de la iconografía de esta portada, le haya ocurrido lo mismo que a la portada de Santa María la Real de Sangüesa, también en Navarra. Tal y como podemos observar en la actualidad, la portada de Leire es el resultado de otra acumulación de piezas.
No obstante, los diversos estudios que he consultado ponen de manifiesto que hay cuatro piezas pétreas que serían contemporáneas a las del tímpano. Se trataría de las cuatro piezas que han sido identificadas como Jesús, Pedro, Santiago y Juan. En la actualidad, las cuatro figuras están colocadas, junto a una representación de san Miguel, en el friso superior de la portada, en el lado izquierdo de quien observa:

Las cuatro figuras vendrían a componer el episodio de la Transfiguración de Cristo: el encuentro de Jesús con Moisés y Elías en lo alto de una montaña. De nuevo, un episodio de teología contemplativa: en esta ocasión, Dios Padre presenta a Jesús como su Hijo:
Citar:
“Éste es mi Hijo, el amado, en el que me he complacido, escuchadlo.” (Mt. 17, 5b)
La portada de Leire fue pensada como una lección teológica acerca de la HAGIA SOFIA, el conocimiento de la Divina Sabiduría. Es el momento de la Revelación de que Jesús es la Sabiduría del Padre a tres discípulos privilegiados: Pedro, Santiago y Juan, no a todo el grupo.
Un buen ejemplo para una comunidad contemplativa, la de Leire, que también se cree un grupo privilegiado de seguidores de Cristo frente a los demás cristianos.
Después, como en el caso de Sangüesa, alguien se vio en la necesidad de romper el equilibrio de la lectura teológica de la portada y, también como en Sangüesa, el método fue el mismo: la acumulación de piezas de otras portadas; una técnica que ha hecho creer a la historiografía, tanto en Sangüesa como en Leire, que las portadas actuales eran la suma de dos portadas.
Personalmente, opino que, en los dos casos, la acumulación de piezas responde a una clara intencionalidad: dificultar la lectura del programa iconográfico inicial que contenía una lección teológica determinada con la que ya no se estaba de acuerdo. Sería otra de las formas de actuar de lo que llamo la erosión selectiva e inteligente.
¡Feliz domingo!Un abrazo a tod@s.