Sorprendente tema, Xavi, no debe ser casualidad que estos estudios científicos geomagnéticos siempre vengan envueltos de ese halo de misticismo que los augures practicaban ya en la antiguedad, a la hora de determinar el emplazamiento de la nueva ciudad o el más idóneo para el templo, como nos recuerda el doctor en arquitectura, don Josep Maria Gracia Bonamusa, cuya tesis doctoral
.
Al respecto de estas líneas, no tan invisibles para aquellos antiguos augures, hay teorías modernas, que al igual que las extraordinarias líneas de poder de San Marc hoy enunciadas por Xavidc, ya propusimos en otro viejo tema del que rescato esta intervención, muy acorde con lo sugerido por tan intrigante deductiva lineal:
"Aunque degenerándose llegaron a su ocaso, me siento como un hombre común, un sacerdote astrónomo y druida, un brujo ermitaño, quien lee la mano..., pero sobre todo, me identifico con aquellos que más o menos persiguieron alcanzar tal conocimiento antiguo y de poder." JBM basado en una frase de Alfred Watkins.
Sir Joseph Norman Lockyer (17 de mayo de 1836 - 16 de agosto de 1920) postuló en referencia a las alineaciones de algunos yacimientos megalíticos, junto a otros científicos contemporáneos suyos -principalmente Somerville y Devoir-, al considerar que poseían una función astronómica demostrable. Era comprobable así, cómo los extremos de los alineamientos observados en cada yacimiento -obvio que estaban muy próximos, separados a lo más un par de kilómetros uno del otro y siempre visibles entre sí-, permitían cumplir perfectamente su función de alineación astronómica con un punto celeste determinado y en un momento 'estelar' fácilmente identificable.
Todo esto iría todavía más lejos cuando hacia 1921, Alfred Watkins (1855-1935), seguidor de Lockyer y más tarde demeritado por las altas eferas de la arqueología como 'el heresiarca', publicase en 'The Old Straight Track -el antiguo camino recto-' sus investigaciones demostrativas de la ubicación de antiguos lugares sagrados dispuestos en líneas rectas, y cómo esas líneas se extendían a lo largo de muchos kilómetros e incluían estos yacimientos megalíticos y puntos coincidentes con antiguos caminos prehistóricos que la gente estableció desde el Neolítico para viajar trazando una 'line ley' desde un punto de referencia hasta el siguiente; entre ambos extremos y la prolongación de la línea trazada se encontraban, mojones y piedras neolíticas, círculos, túmulos, antiguas cruces de piedra y cruces de caminos, árboles sagrados o vestigios de su emplazamiento tradicional, pozos sagrados, antiguos asentamientos, lugares de reunión y asamblea, ermitas, capillas, iglesias situadas sobre emplazamientos precristianos y torres faros en la cima de colinas. A su vez, había otra serie de indicaciones para guiar al viajero desde abajo, como 'muescas' en las colinas y mojones a base de piedras amontonadas, situados sobre el horizonte; el vado de los ríos podía también estar señalizado por 'estanques relámpago' que recogían luz de hogueras realizada en las alturas, indicando su correcta ubicación en la oscuridad nocturna.
Las ideas de Watkins, hasta hoy no son aceptadas en su mayoría por los arqueólogos. Una de las causas argüidas en su época, fue que los antiguos Britones no poseían la capacidad científica para realizar los sorprendentes y distantes alineamientos; hoy en día, superados tales argumentos en contra de la existencia de las lineas, tal y cómo Watkins supuso, las mismas responden con exactitud comprobada vía satélite con los dibujos y mapas que obtenía del "Catastro" para confeccionar una lista de lo que él sabía que eran los 'marcadores' de paso que aún se conservan en sus ubicaciones.
Tras la desparición de Lockyer, el argumento dado en lo concerniente por los arqueólogos que le rebatieron, fue que el desarrollo astronómico de la astroarqueología había sido secundado por personas que no habían sido arqueólogos profesionales. Todavía en 1971, en referencia a Watkins en un programa de televisión, el profesor Piggot declaraba: "Sólo los arqueólogos profesionales tienen derecho a proponer nuevas ideas sobre la arqueología", y claro, nuestro heresiarca era un simple comerciante de provincias, ciudadano de Herefordshire, empresario con varios negocios que incluían una maquiladora de harina, un hotel, y una fábrica de cervezas, y que entonces ya descollaba con un ámplio interés científico y arqueológico como anticuario, fotógrafo, arqueólogo aficionado y explorador de lugares antiguos que le valieron para recibir los mejores reconocimientos -salvo el demérito de determinados arqueológos- de todo tipo de entidades y universidades, teniendo incluso seguidores filosóficos que crearon -hacia 1960- una corriente religiosa nueva, el Cristianismo Evangélico de corte carismático pentecostal, quienes creen en las 'Líneas de Luz' como herramienta de Mapeo espiritual en lo que denominan Guerra Espiritual o Batalla Espiritual, preludio de una nueva era fisiocrática de entender la actuación divina sobre el Cosmos en los tiempos modernos.
Watkins fue miembro de la Sociedad para la Protección de Edificaciones Antiguas (Society for the Protection of Ancient Buildings, una autoridad en la apicultura y socio de la Real Sociedad Fotográfica (Royal Photographic Society), por igual estuvo envuelto en la preservacion del Pembridge Market Hall.[1]
Los trabajos de Watkins fueron revisados, corregidos y popularizados en la década de los '60' seguido por la publicación de John Michell, con el título 'The View over Atlantis,1969'.
En el 2002 fue lanzada al mercado -en su honor- una marca de cerveza llamada "Alfred Watkins' Triumph", ("el triunfo de Alfred Watkins"), destilada por la Wye Valley Brewery Ltd, cervecita que por desconocida en mi supermarket ahora mismo sustituyo por una San Miguel y comparto con todos los foreros en el día de fiesta de mi ciudad, desde donde escribo estas líneas.
Si queréis saber más sobre las line ley, únicamente tenéis que buscar 'Alfred Watkins' en google, para seguir sorprendidos de cuales habrán sido los cauces por los que nos llegan más de 150.000 sites que recogen los enunciados de sus teorías y dibujos, millones de páginas e informaciones convertidas gracias a la informática en 'n' x millones de voces susurrando entre los sonidos del silencio.
Es que estos antiguos, no se andaban con chiquitas; y eso es que parece demostrarnos la línea astronómica que une al menos visualmente, la ventana absidial de San Marc de Gironella con el Pic Cim d'Estela y Deneb....