Hola a todos
Parece ser que las modas cambiaron (¿o se hizo con intencionalidad?) en este frontal de altar de Lluçà que paso a comentar. Desaparece la Maiestas Domini y, en su lugar, aparece la Virgen María como trono del hijo. Pero no se acaban aquí los cambios, pues estos afectan a la representación de los cuatro evangelistas haciendo que las figuras de los vivientes del Tetramorfos se convierten en ángeles.
Los cuatro Vivientes converetidos en cuatro ángeles con sus respectivos nombres ¿Puede tener alguna explicación teológica?
Avancemos un poco más a través de la fotografía de sus laterales.
Ya tenemos las tres caras del frontal del altar. No sé por qué, pero al volver sobre este frontal de altar, y fijarme en estos detalles:
- en la primera fotografía, los cuatro Vivientes del Tetramorfos convertidos en ángeles y la Virgen María como trono del Niño-Dios,
- en la segunda fotografía, la Virgen María recibiendo los siete dones del Espíritu Santo junto a San Juan Evangelista,
- y, por último, en la tercera fotografía, la coronación de la Virgen María,
me han venido a la cabeza (no sé si alguien ha realizado ya esta lectura teológica de este frontal) que esta iconografía pictórica recogía los principios teológicos fundamentales de Joaquín de Fiore acerca de su utopía, la del tercer estado o era del Espíritu Santo.
Para que sepáis cómo me ha venido a la cabeza, coloco dos textos de apoyo, para que nadie piense que conduzco de forma intencionada las imágenes para que digan lo que yo quiero que digan. El primero de los textos es de naturaleza filosófica; el segundo, pertenece a una reflexión teológica:
Va, el texto filosófico, con el papel de los ángeles y de San Juan Evangelista en la nueva era que ha de venir:
Citar:
“Joaquín aplica este texto a su tercer estado. De hecho, cuando crea su propia comunidad de monjes no lo hace con la idea de restaurar viejos ideales de perfección, sino que lo hace mirando a un futuro preñado de novedad. Para él, San Benito fue el “iniciador” de esa nueva era. Él quiere una nueva orden de eremitas, cuyo modelo de vida no es la vida apostólica, sino la vida de los ángeles... Se trata de “hombres espirituales” comparables a los ángeles de los que habla el Apocalipsis (Apoc. 14, 17-18)...
No será ya éste el tiempo de la Iglesia de los sacerdotes, porque ellos habían sido propuestos para la administración de las figuras... De esta manera, a la edad de Pedro (la iglesia de los clérigos) sucederá la edad de Juan (la iglesia de los hombres espirituales).
PINEDA de la, J. A, (Departamento filosofía, Universidad de Oviedo), Lógica del gran tiempo en Joaquín de Fiore (1130-1202), en Teorema Vol. XXII/3 (2003), pp. 131-142, p. 136
Por cierto, en este primer texto, no queda bien parada la iglesia terrenal, ¿no?
Ahora, el texto teológico, en el que se explica la unión de la Virgen María al Espíritu Santo en esta nueva era que vendrá.
Citar:
"El tercer autor de este grupo que vamos a examinar es el famoso cisterciense calabrés Joaquín de Fiore ( 1202), que presagió el tercer estadio de la historia, el reino del Espíritu Santo, que tendría que suceder al reino del Padre (Antiguo Testamento) y al reino del Hijo (Nuevo Testamento). Ahora bien, María, unida íntimamente al Espíritu Santo, es la indicada por Joaquín como Madre-Genitrix espiritual de la Iglesia santa y renovada de la edad tercera. Joaquín no usa explícitamente la expresión Esposa del Espíritu Santo, pero su explicación simbólica de la edad tercera la contiene implícitamente del modo más formal. Así, en el centro de la tabla XII en torno a la Paloma (= Espíritu Santo), leemos estas palabras: «Oratorio de santa María Madre de Dios y de la santa Jerusalén -sede de Dios-, esta casa será madre de todos», afirmación clara de que el Paráclito se servirá de María-Esposa como Madre de la nueva Iglesia espiritual, en oposición a la Iglesia carnal."
PYFFEROEN I. y VAN ASSELDONK, o.f.m.cap., María Santísima y el Espíritu Santo en San Francisco. Artículo electrónico, p. 9.
Y la iglesia carnal, la de la Encarnación del Hijo, será sustituida por la del Espíritu en la que la Virgen María será la madre-genitrix de la nueva iglesia espiritual; por eso, el Hijo corona a la Madre.
Parece ser que las lecciones teológicas asociadas a la interpretación del Tetramorfos cambiaron con el paso del tiempo.
¿Os he cansado? Espero que no. Gracias, a los que habéis llegado hasta el final.
Un abrazo a tod@s.