Espero que hoy, tanto en el amanecer como al atardecer, muchos amig@s románicos hayan tenido suerte de capturar els instante mágico de la teología de la luz en muchos templos románicos. Como todos conocemos, hoy se produce el solsticio de verano astronómico.
Ya que el templo de São Pedro de Póvoa de Varzim-Rates posee una portada occidental especial, pues en ella se esculpieron dos tímpanos (o dos caras) que para nosotros explican el sistema de observación de los equinoccios y solsticios, empecemos por ella. Lo más sorprendente del caso es que la explicación analógica de estos dos tímpanos es un claro ejemplo de sincretismo cristiano, que ahora pasamos a describir y analizar.
De entrada, sostenemos que la iconografía de estos tímpanos reproduce el sistema ternario de orientación según el aparente movimiento del sol. Para comprobarlo, empezaremos nuestro análisis por el tímpano interior de la portada oeste, un tímpano coincidente con el sistema de observación que bien pudo disponer el que planificó el programa teológico de esta extraña y sorprendente iconografía románica.
Tímpano interior de la portada oeste:
En el tímpano interior de la portada oeste se estaría reproduciendo el sistema ternario de observación del aparente movimiento del Sol en clave cristiana. Intentemos explicar este sistema ternario que está compuesto por tres elementos visuales:
• A la derecha del cordero, la figura de un santo, por su aureola, y lo que parece ser la luna o un sol de menor tamaño
• En el centro, el Agnus Dei
• A la izquierda del cordero, la figura de otro santo, por su aureola, y lo que es un sol bien visible
Aunque algunos autores sostienen que se tratan de San Juan Bautista y de Isaías, la interpretación que proponemos es la siguiente:
1. A la derecha del cordero o lo que es lo mismo en la dirección norte, tendríamos la figura de San Juan el Bautista, fiesta 24 de junio, indicador del Solsticio de verano, el sol empieza a decrecer, tal como lo tiene junto a su cabeza.
2. En el centro, el Agnus Dei, la Pascua, el símbolo del Equinoccio de primavera marcando con la cruz el punto central del tímpano, lo que vendía a sustituir la centralidad que representan los equinoccios sobre el ecuador terrestre, ya que durante los equinoccios el Sol se sitúa en el plano del ecuador terrestre, dónde alcanza el cenit., es decir, en el punto del firmamento que corresponde verticalmente al lugar de la Tierra donde está situado el observador y que se correspondería con la manera de colocar la cruz del Agnus Dei.
3. A la izquierda del cordero,. la figura de San Juan Evangelista, fiesta 27 de diciembre, indicador del Solsticio de invierno: el sol empieza a crecer, ya que el 25 de diciembre se ha producido la victoria del Sol, pues no debemos olvidar que ya los romanos celebraban el “Natalis Solis Invicti”, el nacimiento del sol invicto, tal como la figura del santo lo tiene representado iconográficamente junto a su cabeza.
En definitiva, una iconografía que sirve para explicar en clave cristiana la relación que se establece entre los solsticios y equinoccios, que marcan el aparente movimiento del Sol, ante la atenta mirada de un observador románico. Sólo proponemos una iconografía coincidente con la que se encuentra de forma explícita en la portada occidental de San Zeno en Verona, Italia.