demiguel escribió:
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Finalmente, en cuanto a los capiteles, antes de entrar en su análisis dejar claro que solo cumplen función tectónica las columnas de los arcos fajones y de los formeros. En otras palabras, que la mayoría de las columnas y capiteles de la iglesia tienen una mera función decorativa en una configuración casi simétrica vegetal con historiados. Si ya nos parecía frágil la iglesia como comentado en anteriores entradas, ahora me parece mucho más...//...
Tras las magníficas aportaciones constructivas, vamos de lleno a la escultura de esos capiteles que sustentan las columnas de los arcos fajones y formeros.
Para comenzar diré, que en el antiguo Foro Club del Románico,
Códecs y Perseverancia: Habacuc en Loarre, pag 8, #71), alguien confinado entre los límites de su pequeño reino del cielo -Bearn excluido-, sostuvo...
Con respecto a la simbología funeraria de algunas esculturas, discrepo, ya que el hecho de que su modelo sea funerario (sarcófagos), las imágenes tomadas del mismo pierden ese sentido y son reutilizadas con una simbología totalmente diferente.... Nada más lejos, como intentaré demostrar rememorando aquellas inofensivas justas de lanza, que rehuye el derrotado y olvidado mcd, cada vez más opaco, olvidado u ocluído en su meritorio mundo
'masculino singular'.
Si analizamos detalladamente la frase del foro y la aplicamos en el templo románico, debemos discrepar abiertamente, pues de todos es conocido que el templo en sí mismo sostiene como pilar uno de sus orígenes y causas, lo funerario... el enterramiento sagrado y apotropáico..., máxime cuando está ubicado en el interior de un inexpugnable castillo.
Fe de este sentido funerario, formarían aparte, algunas imágenes clipeatas que -a manera de imposta- completan la línea de los cimacios en la cabecera del templo loarrés y por supuesto, uno de los más atractivos 'Daniel y Habacuc en el Foso de los Leones' hispanos, descubierto por David Simon (
"Daniel and Habakkuk in Aragon," Journal of the British Archaeological Association, XXXVIII, 1975, pp. 50-54), como después reconoció el falso redescubridor, el amo de aquell@s otros que resultaron ser -en aras de las famas-, l@s incondicionales perr@s de Loarre; es decir, la voz de su amo.
Un vistazo a algunos de los magníficos detalles del capitel nos dará una idea de la fina talla que el escultor realizó para dimensionar ese enterramiento en el oscuro foso durante tres días, en los que Daniel es alimentado por el profeta Habacuc, transportado al inframundo por un ángel, quien -tomándole por los pelos de la cabeza- en un instante tan sólo, le devuelve a su procedencia:
En otro lugar del foro, mcd sostiene sin citar fuentes -como es habitual- que la ejecución de este canecillo de Jaca, necesariamente hubo de estar emparentado con la escultura del taller de Loarre: