Hola a todos
Ya sé, ya sé, demiguel, pero es que ese corte de pelo y su melena y sin barba...

También quiero recordar (no utilizo textos de naturaleza teológica o de historia del derecho canónico para no hacerme más pesado) cosas como esta, que espero que las encontréis amenas:
Citar:
Este intento oficial del que hablamos se materializa en la figura del “arçobispo don Gil”, esto es, don Gil de Albornoz, arzobispo de Toledo desde 1338 hasta 1350, quien pretendía hacer acatar a su diócesis la doctrina del celibato obligatorio –extendida y observada en otros países de Europa–, y a quien se pretende, cuanto menos, parodiar desde el Buen Amor.2 Efectivamente, ya desde el siglo XII, la Iglesia había empezado a oponerse de manera firme a la idea del concubinato, tanto laico como eclesiástico. Sin embargo, sabemos que la figura de la barragana o concubina tuvo un carácter ‘oficial’ hasta bien entrado el siglo XIII, y es de todos conocido el hecho de que algunos clérigos medievales estaban casados legalmente...
Recordemos que hubo clérigos legalmente casados hasta bien entrado el siglo XVI (Sánchez Herrero, 2008:111). Al parecer, solían ser de tonsura simple, y sus obligaciones no pasaban de auxiliar y participar en el coro, las procesiones, etc.
Estefanía BERNABÉSuper Incontinentia Clericorum: Un apunte histórico sobre la Cántica
de los clérigos de Talavera
En el Libro de Buen Amor, escrito a mediados del siglo XIV por Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, encontramos una de las mejores fuentes críticas para observar el comportamiento de la clerecía hispánica bajomedieval; a través de la ficción, el libro actúa como documento histórico incontestable. El texto que nos ocupa, la Cántica de los clérigos de Talavera, de claro carácter goliardesco, recoge la protesta de la archidiócesis de Toledo ante el establecimiento del celibato obligatorio. En el artículo, esbozamos un apunte sobre el desarrollo histórico del celibato en la península a partir de la ficción satírico-literaria del Libro.
Nada, cosas. Ya callo.
Un abrazo a tod@s