Hola a todos
Pero, en el románico, también la arquitectura está pensada en clave simbólica. No sólo eso, en una clave que puede perderse en el tiempo en el concepto universal de la
Hagia Sofia. Y si existe un templo dedicado a este concepto no es otro que este:
Un templo en el que se ejemplificó de forma natural el llamado concepto del número místico que se pierde en las raíces de la historia de la filosofía griega y que llegó hasta el tiempo del románico en brazos del llamado neoplatonismo cristiano:
Citar:
“El principio de la procesión de las causas primordiales hacia sus efectos, desciende para explicar el poder místico del número seis...Por tanto, si este número perfecto –es decir, el seis- se constituye en la unidad de los números, quien se atreva a negar la eternidad de este número que reflexione y considere primero cómo el Creador de todos los seres perfeccionó toda su obra en este número seis. Donde ha de notarse que no por ello el número seis es perfecto porque en él Dios consumó todos los seres que quiso crear, sino que por el contrario en él creó sus obras, para significar por la perfección del número la perfección de sus obras."
SCOTO ERIÚGENA, J. Sobre las naturalezas (Periphyseon).
Hace ya algo de tiempo, al leer que el seis es un número con poder místico, me pregunté si no podría ser la clave de la construcción de un templo dedicado a la
Hagia Sophia, ese que todos conocemos, el paradigma de los templos cristianos.
Dos consideraciones antes de analizar sus medidas en esta óptica:
La primera:
un número perfecto es un número natural que es igual a la suma de sus divisores propios positivos, sin incluirse él mismo. Dicho de otra forma, un número perfecto es aquel que es amigo de sí mismo.
Así, 6 es un número perfecto, porque sus divisores propios son 1, 2 y 3; y 6 = 1 + 2 + 3. Los siguientes números perfectos son 28, 496 y 8128.
El matemático Euclides descubrió que los cuatro primeros números perfectos vienen dados por la fórmula :
n = 2: 21 × (22 – 1) = 6
n = 3: 22 × (23 – 1) = 28
n = 5: 24 × (25 – 1) = 496
n = 7: 26 × (27 – 1) = 8128
La segunda: de igual modo,
el pie es la sexta parte de la altura del hombre, o lo que es lo mismo, sumando seis veces un pie delimitaremos la altura del cuerpo; por ello coincidieron en que tal numero -el seis- es el número perfecto, y además observaron que
un codo equivale a seis palmos, o lo que es lo mismo, veinticuatro dedos.
La planta del templo de Hagia Sophia es un rectángulo de 77 x 71 metros." 1 codo griego = 0.463m. ¿Qué pasa si transformamos los 77 y 71 metros en codos griegos? Nos da un total de 166 codos de largo por 153 codos de ancho.
Teniendo en cuenta que el templo de la Hagia Sophia está dedicado a la Segunda persona de la Trinidad, los números tanto del lado mayor como del menor toman vida simbólica a través de la teología neoplatónica cristiana.
El lado mayor, 166 codos griegos: el Uno (1) como símbolo de la Unidad-Divinidad, el seis (6) como símbolo de la humanidad de la Hagia Sophia (la segunda persona de la Santísima Trinidad) y el seis (6) como símbolo de la obra (seis días de la creación y el día en que se creó al hombre) creadora de Dios en el Principio, la Sabiduría o Verbo.
El lado menor, 153 codos griegos: el Uno (1) como símbolo de la Unidad-Divinidad; el cinco (5) como símbolo de la segunda persona de la Trinidad, ya que es el resultado de la suma del tres (3), el símbolo de la Trinidad, y del dos (2) , el símbolo de la Segunda persona, por su doble naturaleza; el 3 como símbolo de la Trinidad-Divinidad.
Avancemos un poco más. “La cúpula con forma de media naranja, de 56,6 metros de altura y 31,87 de diámetro. “ Pasemos a codos griegos el diámetro de la cúpula, ya que es un número extraño: 31, 87 metros. Nos da un total de 68 codos griegos. O lo que es lo mismo, los números neoplatónicos del hombre (6) y de Dios (8).
Y es que Cristo es la Sabiduría del Padre:
Citar:
“El “Todo” árbol es el Verbo y la Sabiduría del Padre, nuestro Señor Jesucristo, que es todo árbol fructífero, plantado en medio del Edén de la naturaleza de dos modos. .. Su fruto es la vida eterna... Su aspecto es bello. Él es lo Bello y la Belleza de todo lo bello, es causa y plenitud de la belleza....”
A partir de este saber, la arquitectura románica se ilumina con matices simbólicos que nos hablan de Dios y del hombre.
Un abrazo a tod@s