Corbio escribió:
Hola a todos
Buen amigo Rai, no te preocupes, que te había entendido muy bien, pues te conozco y sé que eres una gran persona. Sólo te explicaba mi realidad. Voy muy falto de tiempo.
Gracias por las magnífcas fotografías y por sus curiosidades de las que seguiremos hablando. San Pedro connotado con sólo una llave; San Juan con una estola en la que todavía se aprecia el color azul, ese que era tan querido en el rito hisparo-mozárabe en el tiempo litúrgico de Adviento o la Espera de la Venida del Señor y que acabó identificándose con el color de la Virgen María, la primera que creyó en la Venida del Señor, aunque acabó teniendo también connotaciones diferentes que remiten al celibato y a la castidad, el símbolo sacerdotal. Las dos únicas connotaciones que, como discípulo evangélico y Apóstol, cumplió San Juan Evangelista, ninguno más de todos ellos. San Juan Evangelista como símbolo de los sacerdotes castos y célibes en un ambiente que parece remitir a la espera de la Venida del Señor. Interesante, muy interesante.
También muy interesante, la manera de presentar a este Apóstol:
Amigo Rai, ya continuaremos dialogando.
Un abrazo a tod@s
Queridos amigos:
Ya que Fer nos habla en su entrada de la Virgen, os pongo a la que formaba parte del conjunto escultórico que tratamos, y que, junto a la imagen del Salvador, es la única que va calzada.
Y ahora unos cuantos detalles misteriosos, como ese dibujo en su rodilla...
...el instrumento que porta el niño en su mano derecha...
...o esos símbolos pintados en la base de la escultura, que curiosamente tamibén adornan el manto de otra escultura del siglo XII que alberga la iglesia, pero que fue encontrada emparedada en el templo de San Miguel, de la misma localidad:
Y como Fer también habló de San Juan y sus colores, no me resisto a poneros otra imagen del mismo templo, un calvario ya del siglo XIII (también antiguamente emparedado), en el que se observa a Juan con una expresión que emana bondad:
San Juan Evangelista, que dijo algo tan aparentemente sencillo como
Amado, no imites lo que es malo, sino lo que es bueno; frase que a su vez me lleva a otra, bastante más reciente, y que me flota estos días en la cabeza:
Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos. Jacinto Benavente
Abrazos.