Iglesia de la Expectación de Nuestra Señora.
A simple vista el templo conserva su fisonomía románica compuesta por nave rectangular, ábside semicircular y portada al poniente. Los muros son de sillarejo y mampostería y la bóveda de medio cañón reforzado por arcos fajones. Pudo haberse levantado a finales del siglo XII.
La portada es el mejor tesoro del templo. Se presenta abocinada, con guardapolvo y un par de arquivoltas de medio punto que voltean sobre columnas acodilladas. Fustes, capiteles, cimacios, jambas, todos los elementos están decorados.
Las columnas son una maravilla de arte y belleza. Sus fustes elegantes están decorados con estrías, círculos concéntricos, bezantes y motivos vegetales. Los capiteles son de interés artístico e iconográfico muy peculiares, y de buena calidad clásica.
Interiormente la bóveda es de medio cañón. Destacan unos capiteles similares a los del exterior. En ellos aparecen seres monstruosos, mascarones con la boca abierta, vistosos dientes y lengua fuera; no faltan aves y temas vegetales, y una curiosísima figura en cuclillas de cabeza humana bien trabajada. Mención especial merece el capitel exento que hace de pila de agua bendita que, aunque con cierta rudeza, reaparece en sus caras la “Degollación de los Inocentes”. (63)