Ermita de Santa Eulalia.
A unos siete kilómetros de Villaviciosa está la ermita de Santa Eulalia de Lloraza. Pertenece hoy a la parroquia de San Félix de Oles, pero fue construida en pleno siglo XII, como capilla de la malatería o leprosería, dedicada a Santa Eulalia.
En una meseta sin vegetación, fuertemente castigada por los vientos del mar del Cantábrico, se estableció el Santo Hospital para recoger a los enfermos infecciosos. Se puso bajo la advocación de la mártir emeritense, Eulalia, patrona de la diócesis, cuyo culto adquirió gran incremento a partir del primer cuarto del siglo XII, por obra del obispo don Pelayo.
Esta modesta iglesia tal como hoy la podemos contemplar, después de la última e inteligente restauración, luce su silueta como ningún otro templo románico asturiano. Es de única nave que remata en capilla rectangular. La primera se cubre con armadura de madera y la capilla, con bóveda apuntada.
Dos interesantes portadas, situadas una a mediodía y otra a poniente, dan paso a la nave. Corona la portada una cornisa que apoya en modillones con figuras antropomórficas.
El arco toral es apuntado y de tres roscas, sostenidas por seis columnas. Sus capiteles son historiados algunos de ellos, otros presentan temas de animales o vegetales; los cimacios de mediodía, adornos florales, y los del norte, ondas.
En el eje de la capilla se abre una graciosa ventana con arco de medio punto sobre dos fustes cilíndricos y sus correspondientes capiteles tallados con temas vegetales. Motivos florales tienen también la arquivolta que circunscribe el arco y geométricos las dovelas. Otras cuatro ventanas, más bien saeteras, dos en cada uno de los lados largos del rectángulo, dan luz a la nave.
Un alero que apoya en modillos sencillos, remata los muros de la nave y de la capilla. Una pequeña espadaña corona el hastial. Sillares bien dispuestos componen todos los exteriores de este pequeño templo rural lleno de señorío, equilibrio y elegancia. (50)