Ermita de Santa María de Arcos; conserva algunos mosaicos decorados de los siglos III y IV, así como una necrópolis romana posteriormente usada entre los siglos XI y XIV en los enterramientos del interior del templo. Tras la invasión musulmana se reconstruyó la iglesia en el S.X, cubriéndose el ábside de la iglesia paleocristiana con una cúpula vaída. Destacan las pinturas románicas al fresco en el ábside, organizadas en dos alturas (46).

Las pinturas están divididas en dos alturas: en el piso superior hay escenas de la Pasión de Cristo y en el piso baj vemos cruces rojizas sbre fondo amarillo enmarcadas por cenefas. (484)

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