Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles.
San Vicente de la Barquera es una villa de antiquísimo pasado. En época medieval parece que ya, en el siglo VIII, Alfonso I repobló y fortificó la puebla, y que en el XII, otro Alfonso, el VIII de Castilla, le concedió fuero en 1210.
Es precisamente por estas fechas cuando empieza a levantarse su iglesia de Santa María de los Ángeles por quien debió ser secretario predilecto de Las Navas. La apariencia casi total del edificio conservado es la de una amplia iglesia gótica de tres naves separadas por pilastras y cubierta de bóveda de crucería. Pero aún quedan -como certificado de que en los comienzos del siglo XIII los principios arquitectónicos románicos aún perduraban- las dos puertas, la del poniente y la meridional, con un aspecto y traza de este estilo.
La primera parece la más antigua. Resalta del muro, como suele ser norma en las puertas principales, con tejadillo cuya cornisa la soportan ocho canecillos -el sexto, roto- con cabezas de animal, bolas con caperuza, pareja de figuras, etc. El vano de entrada es amplio y en arco de medio punto que se repite en las cuatro arquivoltas y en el guardapolvos. Éste está decorado con ondas a modo de guirnalda, y las arquivoltas son de boceles, ya lisos, ya abrazados por lazos o combinados con dientes de lobo o, como el más interno con figuraciones verticales de águilas superpuestas, en disposición ya bastante goticista. Los cimacios son de billetes muy densos, y apoyan sobre capiteles independientes con figuraciones de animales, personajes a caballo, flores cuatripétalas grandes. Los fustes son monolíticos y apoyan sobre basas con lengüeta que, a su vez, lo hacen sobre plinto que sigue el acodillamiento de ellas.
La puerta meridional también sobresale de la fachada y lleva en el resalte columnas angulares con sus capiteles. Guardapolvos y arquivoltas mantienen también el medio punto, aunque transparenta ya una fuerte tendencia gotizante. Tiene a cada lado cinco fustes exentos con sus capiteles que en gran parte han sido modificados o sustituidos en épocas modernas. Los que quedan de época o estilo románico son, en la izquierda, uno con lucha entre figura humana y animal; en la derecha, el más interior con águila que devora un animal, y el tercero con dos personajes, uno de pie y otro sentado. Las arquivoltas llevan fino baquetones, siendo la exterior de dientes de lobo. El guardapolvos lleva figurillas verticales de clara asignación gótica. La cronología de la puerta estaría ya en los años entrantes del siglo XIII, quizá llegando ya a la segunda o tercera década. (1)
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